El secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CC OO), Ignacio Fernández Toxo, ha enviado una carta a los presidentes de las patronales, CEOE, Juan Rosell, y de Cepyme, Antonio Garamendi, para responderles a su propuesta de aconsejar que los salarios suban hasta un 1,5% este año, con un 0,5% adicional ligado a mejoras en la productividad y a pactos para atajar el absentismo.
La respuesta de CC OO ha sido de rechazo tajante a la propuesta patronal: el sindicato está dispuesto a hablar “de productividad y otros temas de interés común” pero “con una prioridad clara y urgente, que es incrementar los salarios en 2017 entre un 1,8 y un 3%, porque es la propuesta más adecuada en el actual escenario económico, teniendo en cuenta la mala calidad del empleo, la devaluación salarial y el aumento de la desigualdad y la pobreza”.
Por ello, Toxo considera imprescindible ante cualquier negociación con los empresarios “que se garantice la capacidad de compra de las familias”. Y añadió, a modo de advertencia, que “el tiempo para la negociación no es limitado”. De hecho este retraso en las negociaciones fue también criticado ayer por el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien aseguró que pese a haberse reunido con los empresarios en varias ocasiones, “la negociación aún no ha empezado”. Y, dicho esto, confió en que, “además de hacer públicas sus propuestas, la patronal vaya a la mesa con ánimo de negociar”, algo de lo que duda Álvarez.
El líder de UGT insistió en que si la patronal insiste en que la propuesta de acuerdo no tenga un suelo mínimo superior a 0, donde no quepan las congelaciones salariales, el pacto con los empresarios no se producirá. “Es muy posible que tengamos que ir a un proceso de negociación convenio a convenio en el que trataremos que se traslade a los salarios parte del beneficio empresarial”.
Por su parte, el número dos de CCOO, Ramón Górriz aseguró ayer que si las patronales “se empeñan en limitar los incrementos salariales a la situación ya vivida (en 2016 se aconsejaron subidas de hasta un 1,5%), creo que la movilización democrática va a estar servida en los próximos meses”. Y Álvarez añadió, “no a modo de amenaza”, que en función de cómo vayan las negociaciones, si una huelga general es útil para conseguir sus objetivos, la convocarán.
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