El nuevo euríbor entrará en vigor después del verano si no hay sorpresas y su cotización no difiere del actual. El organismo que gestiona el índice está en pleno análisis de los datos recopilados en los últimos seis meses y tomará una decisión el 4 de mayo. La onda expansiva de esta referencia llega a 180 billones de euros.
El proceso de creación del nuevo euríbor sigue su curso y ha entrado en su esperada fase final. El organismo encargado del proyecto, el Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés), ya tiene en su poder los resultados del ejercicio de verificación con la renovada metodología de cálculo, basada en transacciones reales entre la banca y también entre esta y las empresas. Ahora se usan estimaciones. De sus conclusiones dependerá que en dos meses se decida la viabilidad y entrada en vigor del índice.
Finalmente, un total de 31 entidades financieras de 11 países de la zona euro, entre ellas siete españolas (Santander, BBVA, CaixaBank, Cecabank, Bankia, Sabadell y Popular), han participado en las pruebas con la aportación diaria de datos de operaciones realmente cruzadas durante los últimos seis meses. La información recopilada hasta el pasado 28 de febrero, considerada sensible para el mercado y por ello confidencial, serán analizada por el EMMI este mes de marzo para determinar, entre otros aspectos, qué tipo de interés arroja el nuevo euríbor con el cambio de sistema y si finalmente es similar al actual (el euríbor a 12 meses ronda el -0,1%).
Fuentes conocedoras del proyecto, que echó a andar hace más de tres años, apuntan que “el tipo probablemente será parecido al nivel actual”, de manera que “ni los bancos ni los usuarios saldrían perjudicados” por la sustitución de un índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España. Aunque estos créditos son en realidad un granito de arena en una montaña de productos en el mundo por valor de 180 billones de euros, en su mayoría derivados.
De hecho, los préstamos para comprar vivienda que emplean el euríbor en la eurozona apenas suponen 1,4 billones de euros, cerca del 30% del total, aunque son mayoría abrumadora en España. Las empresas, en cambio, son extremadamente dependientes del índice. El euríbor a tres meses es el más utilizado para fijar el precio de los préstamos bancarios y de las emisiones de bonos de las compañías europeas. Un alza o una reducción del tipo implicaría un maremoto en sus cuentas.
El valor del nuevo euríbor ha sido el caballo de batalla de la banca, que ha dejado entrever que no aceptaría de buen grado un indicador que dañase aún más sus márgenes financieros, afectados entre otras cosas por el entorno de tipos bajos.
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