El Gobierno y los agentes sociales acelerarán la próxima semana sus negociaciones para acordar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) –ahora fijado en 707 euros al mes (9.906 euros anuales)– para el año que viene. Fuentes de la negociación aseguran que una parte del Gobierno, liderada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, se plantea aplicar una fuerte subida que podría llegar al entorno del 20% en un periodo de tres años (2018, 2019 y 2020).
Según estas fuentes, esto se traduciría en un salario mínimo anual del entorno de los 12.000 euros, o lo que es lo mismo 868 euros mensuales en 14 pagas o unos 1.000 euros al mes si se abonara en 12 pagas. De esta forma, el Ejecutivo cumpliría, al final de este periodo, con la histórica demanda sindical de elevar el salario mínimo al equivalente al 60% del salario medio del país, tal y como recoge la Carta Social Europea.
No obstante, desde el ministerio de Empleo aseguran que aún no han presentado formalmente su propuesta a los empresarios y los sindicatos y que lo que planteen estará en la línea con los mensajes dados por la ministra Báñez, quien ha insistido en que el alza del salario mínimo no podrá ser un obstáculo a la creación de empleo.
Pero, de salir adelante el fuerte incremento que, según fuentes de los agentes sociales, se estaría negociando, el Gobierno debería decidir aún los tramos de subida correspondientes a cada uno de los próximos tres ejercicios en los que se repartiría este incremento del SMI. Distintas fuentes de los agentes sociales, precisan, no obstante, que dentro del Ejecutivo hay distintas sensibilidades. Desde el Ministerio de Hacienda, verían con buenos ojos la pretensión de Báñez de acometer este fuerte incremento del SMI, mientras que los responsables del Ministerio de Economía verían con mucho más recelo esta posibilidad.
Esta misma división se estaría produciendo también en el seno de la patronal CEOE, donde una parte de la cúpula empresarial, que encabeza su actual presidente, Juan Rosell, está dispuesto a mejorar su oferta salarial a los sindicatos en las negociaciones para el acuerdo de convenios de 2018. Quienes defienden esta postura consideran, sobre todo necesario, que sean los sueldos más bajos los que necesitarían aumentar más que el resto. Por ello, fuentes empresariales aseguran que «no podrán objeciones» a la fuerte subida del salario mínimo en la que estaría pensando el Ministerio de Empleo.
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