En 2010, cuando el precio del suelo empezó a bajar, un grupo de 80 vecinos de Tres Cantos formaron una cooperativa para construir un edificio residencial en este municipio al norte de Madrid. Uno de ellos era un aparejador que había estudiado en Dinamarca, donde la geotermia es usada para suministrar calefacción a distritos enteros.
Entusiasmado por esa experiencia, convenció al resto de diseñar una urbanización que aproveche la energía producida por el calor de la tierra y que desde el principio se conciba para ser sostenible.
Así se levantó Arroyo Bodonal, un edificio donde todo ha sido pensado para reducir al mínimo el consumo eléctrico: aprovecha los rayos de sol en invierno y las corrientes de aire en verano, las tarimas y los armarios han sido hechos con bambú, que conduce mejor el calor y el frío; un sistema depura las aguas procedentes de lavabos, duchas y bañeras para que puedan ser reutilizadas por la cisterna del váter, y hasta los jardines se han sembrado con plantas que consumen poca agua.
Pero llegar a este punto no fue fácil para la cooperativa. Antonio Martínez Ovejero, su portavoz, dice que visitaron hasta 20 bancos en busca de financiación. «Todos se fijaban en la solvencia de los cooperativistas, en las nóminas, lo habitual; pero el tema energético les daba lo mismo», recuerda.
Al final, el único que aceptó prestarles los 15 millones de euros que necesitaban para construir fue Triodos Bank. El banco incluyó en el cálculo del tipo de interés del préstamo un factor que en ese momento era insólito: el grado de eficiencia energética del edificio.
La lógica del banco es que si el cliente ahorra en energía, dispone de más dinero para afrontar el pago de su hipoteca y, por lo tanto, el riesgo de impago es menor. Y esta idea es la que ahora está empezando a tantear el resto de la banca española, en línea con la creciente apuesta por los valores medioambientales que está propiciando también el impulso de los bonos verdes.
(Cinco Días, 20-08-2018)
La cifra de negocios de las empresas cree un 4,9% en junio y suma 23 meses en positivo
La cifra de negocios de las empresas aumentó un 4,9% el pasado mes de junio respecto al mismo mes de 2017, tasa 1,1 puntos inferior a la de mayo, según el Índice de Cifra de Negocios Empresarial (ICNE) publicado este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el ascenso registrado en el sexto mes del año, la cifra de negocios de las empresas encadena 23 meses de incrementos interanuales.
El avance interanual de la facturación de las empresas experimentado el pasado mes de junio se debió al repunte de las ventas en todos los sectores, salvo el suministro de energía eléctrica y agua, que las recortó un 1,5% interanual. El mayor incremento de las ventas se lo anotó el comercio, con un avance interanual de la facturación del 6,1%, seguido de los servicios (+4,8%) y la industria (+4,3%). Corregido el efecto calendario y la estacionalidad, la cifra de negocios empresarial subió un 6,8% en junio en tasa interanual, cifra un punto superior a la de mayo. En tasa mensual (junio sobre mayo) y eliminado el efecto estacional y de calendario, la cifra de negocios de las empresas aumentó un 0,6%, frente al avance del 1,3% experimentado el mes anterior y en contraste con el retroceso del 0,2% de un año antes.
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