Los representantes de los grupos parlamentarios han debatido la recomendación número 16 sobre los planes de pensiones privados complementarios, ya sean de empleo -aquellos que se suscriben para los trabajadores en el seno de las empresas- o individuales.
Como es habitual los portavoces de esta comisión han salido sin haber llegado a un acuerdo. Si bien hoy, la mayoría de ellos, han aceptado estudiar si incluir como recomendación del Pacto de Toledo la propuesta del PNV de extender al resto de España el modelo de pensiones complementarias que existe en el País Vasco. En esta comunidad, los planes de pensiones colectivos que se suscriben para los trabajadores como parte de sus beneficios sociales, han tenido un gran éxito, llegando a tener un capital equivalente al 30% del PIB del País Vasco, cuando en el resto del país lo invertido en estos planes de empleo no llegan al 2% del PIB nacional.
La principal diferencia del modelo vasco de pensiones complementarias es que la entidad que se encarga de gestionar los planes colectivos de los trabajadores es una entidad sin ánimo de lucro en lugar de una entidad financiera, como en el modelo general del resto de España. En concreto, la normativa vasca prevé la creación de mutualidades de previsión social, en las que están representadas y ejercen el control de la gestión los representantes sindicales y patronales.
La propuesta de extender este modelo conocido como EPSV (Entidades de Previsión Social Voluntarias) la ha llevado hoy al Pacto de Toledo el diputado del PNV Íñigo Bariandarán, después de que hace unos días, Virginia Erogi, la gerente de Geroa, la entidad vasca más exitosa, explicara también a los integrantes de esta comisión el funcionamiento de este sistema de pensiones complementarias. De hecho, según recordaba hoy Bariandarán, los partícipes de los planes de Geroa incrementan en diez puntos el porcentaje de equivalencia entre el último sueldo y la pensión de jubilación que reciben.
Según todas las fuentes consultadas, la mayoría de los portavoces ha accedido a estudiar las posibilidades de adaptar este modelo vasco al resto del territorio español, si bien con diferentes matices. Si bien antes de entrar a esta recomendación, los integrantes del Pacto parece que han accedido mayoritariamente también, a que la recomendación parlamentaria haga una clara distinción entre el segundo pilar del sistema de pensiones (planes colectivos de empleo para trabajadores de carácter complementario) y el tercer pilar (planes privados de pensiones individuales).
«Una vez hecha esta distinción, en el PSOE nos gustaría que la recomendación distinguiera también entre planes de empleo que se gestionen por entidades sin ánimo de lucro, como las del País Vasco, y planes gestionados por entidades financieras, y ya después que cada uno elija, pero estaríamos más por los primeros», ha asegurado la portavoz socialista en el Pacto de Toledo, Mercè Perea. Si bien, esta diputada ha precisado que no existe aún una posición oficial del PSOE a este respecto. De salir adelante esta recomendación, las nuevas entidades sin ánimo de lucro competirían directamente con la banca y entidades financieras en la gestión de estos planes, de ahí lo delicado de adoptar una postura en un sentido o en otro.
Desde el PP, sin rechazar de plano este modelo han demandado que la recomendación 16 incluya también nuevos incentivos para fomentar los planes individuales de pensiones. En este sentido, desde la Dirección de Ordenación de la Seguridad Social han llevado hoy a esta comisión un cálculo de lo que cuestan actualmente estos incentivos: 700 millones menos de ingresos tributarios solo este año, según fuentes que han asistido a esta reunión. Sin embargo, este cálculo es parcial y no refleja el impacto neto de estas deducciones, porque no se trata de una rebaja fiscal como tal sino de una deducción diferida, ya que el beneficiario de estos planes tributa por el capital cuando lo rescata.
En el otro extremo, Podemos considera que las recomendaciones del Pacto de Toledo no deberían hacer ninguna mención siquiera a los planes privados de pensiones, sobre todo a los individuales gestionados por las entidades financieras. «No es el momento ni de amparar y menos de incentivar desde el Pacto de Toledo, los planes privados de pensiones con un nivel de rentas salariales tan bajo», ha dicho la portavoz de Podemos, Aina Vidal. De esta misma opinión personal es Mercè Perea, la portavoz socialista, que nuevamente ha precisado que el PSOE aún no tiene una postura oficial respecto a cómo reflejar los planes privados individuales en el Pacto de Toledo.
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