El jefe de Unidad de Pensiones de Capitalización de la OCDE, Pablo Antolín, ha lanzado hoy una serie de recomendaciones para la reforma de pensiones española. En primer lugar, ha explicado que la mejor forma de que los españoles mantengan su nivel de vida después de la jubilación es que «ahorren para la jubilación, más y por periodos más largos».
Según Antolín, que ha participado hoy en la IV Jornada de Pensiones en España organizada por Cinco Días y patrocinada por Ibercaja y Willis Towers Watson, esta recomendación va inevitablemente unida a la de un mayor desarrollo de los sistemas complementarios de pensiones para «completar que no sustituir las pensiones públicas».
Este responsable de la OCDE ha destacado que España está entre los países de todo el mundo donde el peso de las pensiones públicas del sistema de reparto es mayor y el pilar de las pensiones complementarias menor. Por ello, Antolín ha insistido en que en la OCDE les gustan especialmente sistemas de pensiones como el sueco, con mayor peso de la capitalización y con mecanismos automáticos de ajuste del gasto.
Estos mecanismos que defiende Antolín ya se introdujeron en el sistema español en la reforma de pensiones de 2013 con la creación del factor de revalorización de las pensiones y el factor de sostenibilidad, que preveía la vinculación de las nuevas pensiones a la esperanza de vida a partir de 2019. Sin embargo, ambos factores han quedado en suspenso en la actualidad.
No obstante, Antolín ha matizado su defensa de estos mecanismos de ajuste de los que ahora carece el sistema español, al considerar que no deben olvidar la solidaridad. «Tienen que tener en cuenta la diversidad de la población porque las rentas más bajas no tienen que ajustar lo mismo que las rentas más altas». En definitiva, que aquellos que ganan menos deberían verse menos afectados por los recortes de pensiones o por su menor revalorización.
En esta misma línea, ha advertido de que hay que tener cuidado con las vinculaciones de la edad de jubilación a la esperanza de vida porque «esta es distinta dependiendo de los niveles socioeconómicos de cada uno». Esto se corresponde con los estudios que apuntan a que los ciudadanos con rentas más altas cuentan con una mayor esperanza de vida, por ejemplo.
Asimismo, y aunque Antolín apuesta por un mayor peso de las pensiones complementarias en España, ha insistido en que su desarrollo puede acarrear costes de transición. De hecho, ha precisado que «los sistemas de capitalización no son una panacea y hay que mejorar sus diseños en muchos países del mundo, entre ellos España». Es más, ha constatado que el modelo español de previsión social complementaria no cumple prácticamente con ninguna de las diez recomendaciones de la OCDE para que estos sistemas tengan éxito.
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