Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) han logrado un acuerdo para reforzar la Unión Bancaria a través de un fondo de emergencia para atajar crisis bancarias y para fortalecer las competencias del fondo europeo de rescate, pero que aparca la creación de un presupuesto específico para la zona euro y del fondo único de garantía de depósitos.
«Lo conseguimos. Tras varios meses de intensas negociaciones y una reunión larga y dura hemos conseguido un plan amplio para reforzar el euro», ha anunciado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en una rueda de prensa posterior a la reunión que se ha extendido durante 18 horas, desde las 13.00 horas de este lunes hasta poco antes de las 8.00 de este martes. «Ha sido una negociación muy dura, pero el resultado es un gran avance en algunos temas clave», remachó.
Los responsables de Economía de la eurozona han pactado, en concreto, tres documentos que Centeno trasladará esta tarde al presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, para que los jefes de Estado y de Gobierno los valoren en la cumbre que tiene lugar el jueves y el viernes de la semana próxima.
El elemento más tangible de la reforma es la creación de una red de seguridad (backstop) para la Unión Bancaria. Se trata de un mecanismo ya acordado sobre el que faltaban cerrar sus detalles y la fecha de su introducción. Será una solución de emergencia para situaciones en las que los recursos del Fondo Único de Resolución (FUR) no sean suficientes para hacer frente a una quiebra bancaria en uno de los Estados miembros sin cargar el coste de esta intervención contra un Estado miembro. Pactaron, además, adelantar su entrada en vigor, prevista para 2024, siempre y cuando haya «suficiente progreso en la reducción de riesgos para 2020».
En paralelo, el Eurogrupo ha acordado reforzar las competencias del fondo europeo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en la supervisión económica y el diseño y vigilancia de rescates, tareas que compartirá con la Comisión Europea, hasta ahora titular exclusiva de esta competencia. Los países del euro con dificultades, además, podrán tener acceso a una línea preventiva de ayuda antes un eventual rescate, que estará sujeto a un «nivel apropiado de condicionalidad».
Los ministros acordaron, asimismo, poner en marcha un proceso para «promover la sostenibilidad de la deuda» pública, a través de la introducción de cláusulas de acción colectiva con cláusulas de agregación simple (CAC en jerga financiera) en las emisiones de bonos soberanos a partir de 2022, lo que facilitaría la reestructuración de la deuda.
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