A las 14 horas del domingo, con tres días de retraso sobre el calendario previsto inicialmente, se ha firmado en Bruselas el Acuerdo de libre comercio entre la UE y Canadá, conocido como CETA por sus siglas. La firma llega tras superar el bloqueo de varios parlamentos regionales belgas, que hasta el sábado no autorizaron al gobierno federal a rubricar el Tratado.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, voló expresamente a Bruselas para rubricar el acuerdo. Por parte europea, asistieron a la ceremonia, entre otros, el presidente del Consejo, Donald Tusk, el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y el presidente de turno de la UE, el primer ministro eslovaco, Robert Fico. La ceremonia también tuvo que retrasarse un par de horas porque Trudeau aterrizó tarde en Bruselas. “No ha sido fácil llegar hasta aquí y hemos tenido que superar hasta un problema técnico en su avión”, bromeó Tusk tras la rúbrica del Tratado.
Ambas partes celebraron la firma como una difícil victoria que debe servir como referencia para otras negociaciones. “Este acuerdo va más allá del contexto comercial”, señaló Tusk. Y añadió que “este acuerdo muestra que la desintegración del mundo occidental no tiene por qué ser una tendencia duradera y que todavía tenemos la fortaleza y la determinación necesarias para contrarrestar el fatalismo sobre la decadencia de nuestro mundo”. “Los futuros acuerdos comerciales deberían inspirarse entre este Tratado firmado entre un país progresista como Canadá y un bloque progresista como la UE”, señaló Trudeau.
“Hace sólo unos días leíamos en la prensa que el CETA estaba muertos. Hoy tenemos un acuerdo que puede considerarse como el estándar de los futuros acuerdos comerciales”, celebró el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Bruselas negocia en estos momentos varios tratados de libre comercio, entre ellos, el TTIP con EE UU, calificado como el mayor acuerdo de liberalización comercial de la historia. En Latinoamérica negocia con Mercosur y México (una renovación del ya vigente). Y en Asia con Japón, India, Indonesia, Tailandia, Malasia, Filipinas y Myanmar. Y con China negocia un acuerdo sobre inversión.
La UE temía que un fracaso del CETA sentase un precedente para esas negociaciones y enviase a los países extracomunitarios la señal de que Europa sería incapaz de llegar a acuerdos comerciales en el futuro. Por ese motivo, Bruselas ha negociado contrarreloj con Bélgica para superar el bloqueo y cerrar las negociaciones aunque fuera con cierto retraso. “Siempre dijimos que lo importante era firmar no cuándo se firmase”, señaló Juncker.
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