Tras las numerosas protestas en contra de la prohibición de entrar en Estados Unidos a refugiados e inmigrantes de naciones de mayoría musulmana, el presidente Donald Trump ha desplegado a los principales miembros de su equipo para defender su orden ejecutiva más agresiva de los últimos días. A última hora del sábado, una juez federal de Nueva York suspendió partes clave del decreto migratorio a las pocas horas de entrar en vigor, pero el caos y la confusión siguen reinando en los aeropuertos dentro y fuera de EE UU ante las dudas de quién puede o no entrar en el país.
Mientras la Casa Blanca minimizaba el impacto, varios congresistas demócratas se desplazaron hasta los aeropuertos donde aún permanecen detenidos varios extranjeros a pesar de tener permiso para entrar en el país. El representante demócrata Don Beyer denunció la «crisis constitucional» provocada por la orden de Trump ya que los agentes fronterizos han negado el acceso de los abogados a sus clientes, detenidos a pesar de la orden judicial a su favor. Los legisladores acusan a los agentes de desacatar una sentencia legal, lo que tendría implicaciones graves.
Las críticas al veto de Trump han llegado a su propio partido. En un comunicado conjunto, los senadores republicanos Lindsey Graham y John McCain expresaron su temor a que el veto «ayude más a reclutar terroristas que a mejorar nuestra seguridad». Los dos legisladores afirman que la orden ejecutiva entró en vigor sin que la Casa Blanca consultase apenas con el Departamento de Defensa, de Estado ni de Justicia, a pesar de que todos ellos están involucrados en su puesta en funcionamiento.
Los fiscales generales de 16 estados emitieron este domingo una declaración conjunta en la que condenan el decreto presidencial. «Como jefes de los funcionarios legales de más de 130 millones de estadounidenses y residentes extranjeros de nuestros estados, condenamos la inconstitucional y antiestadounidense orden ejecutiva del presidente Trump», afirman los fiscales, entre los que se cuentan los de California, Nueva York o Pensilvania.
El jefe de Gabinete del presidente, Rience Priebus, declaró este domingo que el Gobierno no descarta “llevar aún más lejos” la medida aprobada este viernes contra la inmigración y que la lista de siete países puede verse ampliada “a su debido tiempo”. Preguntado por el periodista de NBC acerca de los detalles de la orden ejecutiva, Priebus añadió después que el veto no afecta a quienes ya poseen un permiso de residencia legal en EE UU, conocido como Green Card. Sin embargo, después añadió que esas personas serán sometidas a “un mayor escrutinio” y que la veintena de afectados que aún están detenidos “podrán salir al exterior en pocas horas mientras no se demuestre que son mala gente».
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