La morosidad sigue siendo uno de los graves problemas que tienen que encarar pymes y autónomos en España, un obstáculo que puede comprometer de forma severa su economía y, en el peor de los casos, su viabilidad. Cada año cierran su negocio o cesan su actividad más de 75.000 autónomos en nuestro país por impagos de las administraciones públicas o empresas privadas, según los datos que maneja ATA, la organización de autónomos que dirige Lorenzo Amor.
Los datos de ATA ponen de manifiesto que entre 2009 y 2014 más de 500.000 autónomos tuvieron que cerrar sus negocios por culpa de la morosidad pública o privada. Según sus estadísticas, casi la mitad de los trabajadores por cuenta propia reconocieron que en 2016 padecieron morosidad tanto pública como privada y sitúan el periodo medio de pago de las facturas a los autónomos muy por encima de lo que marca la ley, un máximo para la empresa pública de 30 días y de 60 días para la privada. Ambas, por tanto, vulneraron la norma el año pasado,
Así, el tiempo medio que tarda la empresa privada en pagar a los autónomos se situó a finales de 2016 en 74 días de media. Las empresas que tienen entre 250 y 1.000 trabajadores tardaron en pagar 114 días de media y las que tienen menos de 250 trabajadores experimentaron un plazo medio de pago de 68 días. Las empresas con más de 1.000 trabajadores llegaron a demorarse hasta cuatro meses en el pago de las facturas a sus clientes, entre los que se encontraron los autónomos.
Son curiosamente las pequeñas empresas, con menos de 50 trabajadores y los profesionales autónomos los que antes hacen frente a sus facturas y cumplen. Son, por el contrario, las empresas con más de 50 trabajadores las que retrasan sus pagos.
«La Ley de Morosidad tiene un triste récord, es la que más insumisos tiene. El 80% de las administraciones paga por encima de los 30 días y el 50% de los autónomos sufre tanto la morosidad pública como la privada», asegura Lorenzo Amor. «No pagar sale gratis, como no se sanciona ¿dice? no importa que solo el 40% de los autónomos cobre antes de 90 días. Es como si ir a 180 kilómetros por hora en una autopista no tuviera consecuencias».
Si se analiza el mapa autonómico destacan dos comunidades: Extremadura, en la que las empresas tardan en pagar 82 días y Canarias, donde lo hacen en 80 días. Son las autonomías más rezagadas en cumplir sus obligaciones aunque en ninguna las empresas pagan a tiempo sus facturas; todas están por encima de la media. Junta a Extremadura destacan Cataluña (79 días), Andalucía (78 días) y Asturias (78 días) como las regiones con más morosidad entre empresas. Las que tardan menos son Navarra (65 días), País Vasco (66 días) y Galicia (68 días).
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