El Gobierno no pueden tardar mucho en tomar una decisión: cómo financiar las pagas extra de julio y diciembre de 8,5 millones de pensionistas, ante la falta de liquidez que se produce desde hace cinco años en estos dos meses en los que se duplica la nómina de las pensiones. Y, sobre todo, ante el próximo agotamiento del denominado fondo de reserva, que podría producirse este mismo año y que está sirviendo hasta ahora para tapar los números rojos del sistema.
En este escenario el Ejecutivo deberá decidir entre agotar dicho fondo o empezar a emitir deuda pública para sufragar el déficit del sistema de pensiones. “Es una decisión totalmente política”, que afectaría al Ministerio de Empleo, al de Hacienda y al de Economía, pero que aún no se ha tomado, según las fuentes consultadas.
La merma de ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social generada por la destrucción de 3,8 millones de empleos, junto al aumento del gasto en pensiones ha propiciado un creciente déficit del sistema, que se ha comido casi todo el fondo. De hecho, tras las últimas disposiciones para pagar la extra de la pasada Navidad, en el fondo –que llegó a acumular casi 67.000 millones de euros en 2011– ya solo quedan 15.020 millones.
En el mejor de los casos, la mejora de los ingresos y la creación de empleo permitirían abonar las dos próximas pagas con esta cantidad que queda en el fondo. Pero también es posible que ya hiciera falta en 2017 más dinero. Ante este escenario, existe consenso con los sindicatos y los empresarios para que la medida más favorable es una solución mixta: sacar del fondo lo mínimo que permite la ley, sin agotarlo, y costear el resto del déficit con deuda.
El Gobierno no puede disponer este año de todo el dinero que necesite del fondo para costear todo el déficit que se genere en el sistema. Esto ocurre porque en 2017 vuelve a operar un límite legal, que solo permite sacar de esta hucha el equivalente al 3% del gasto en pensiones de cada año (3.400 millones).
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