La fuerte subida del precio de la electricidad y de los combustibles ha llevado al IPC hasta el 3% en enero, lo que supone su mayor nivel desde octubre de 2012, y ha provocado que los salarios pierdan poder adquisitivo por segundo mes consecutivo.
¿Por qué ha subido la inflación? Porque la electricidad y los combustibles se han encarecido. Así, el barril de crudo Brent, que es el de referencia en Europa, cotizaba en enero del año pasado sobre los 33 dólares y ayer cerró en los 55. La luz, por su parte, ha marcado máximos de diciembre de 2013 durante el presente mes de enero y el precio del kilovatio hora ha pasado en 12 meses de 36 a 73 euros.
¿Y qué provoca este fuerte repunte de la inflación? Principalmente, que los salarios sigan perdiendo poder adquisitivo. Ya lo hicieron el pasado mes de diciembre, por primera vez desde 2013, cuando el IPC cerró en el 1,6% mientras que las subidas salariales pactadas fueron del 1%. Este mes, esa situación se ha acentuado y la pérdida es aún más acentuada en un contexto en el que, además, la moderación salarial parece que seguirá imperando ya que tanto el Gobierno, como CEOE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) consideran que es lo más apropiado para que la economía siga creando puestos de trabajo.
¿Se va a mantener en el tiempo esta situación de pérdida de poder? Según Luis de Guindos, no. El ministro de Economía afirmó ayer, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, que el repunte es «puntual». «Se espera que este incremento sea temporal y que la inflación se modere a partir del segundo trimestre y vaya convergiendo hacia los objetivos del BCE, próximos pero por debajo del 2%», apuntó, aunque también reconoció que los actuales niveles son «altos» y que la situación «no es positiva».
¿Está ocurriendo lo mismo en Europa? Sí, pero de manera mucho más contenida. Según los datos que ayer publicó Eurostat, la inflación alcanzó en enero el 1,8%, por lo que hay una importante diferencia del 1,2% con la economía española.
¿Va a hacer algo el Gobierno para atajar esta situación? Aprobar un decreto de desindexación, esto es, desvinculará los precios de los servicios públicos del IPC. De esta manera, el Ejecutivo tratará de proteger a la economía de nuevas subidas de la inflación y evitar que pierda competitividad. Esto, sin embargo, no impedirá que los sueldos pierdan poder adquisitivo
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