Las Administraciones Públicas españolas redujeron sus números rojos al ritmo que fijó Bruselas por primera vez desde que estalló la crisis. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha asegurado este miércoles que España cumplirá «con holgura» el objetivo de déficit público comprometido con la Comisión Europea para 2016, situado en el 4,6% del PIB. En concreto, el desfase presupuestario del Estado central, Seguridad Social, comunidades y Ayuntamientos se quedó en el 4,33% del PIB al cierre del año pasado, tres décimas por debajo del objetivo. Esta cifra, sin embargo, no incluye los más de 2.500 millones de ayudas financieras por la sentencia que obligó a Bankia a compensar a los inversores minoristas por la salida a Bolsa y las clausulas suelo así como por el cambio contable que afloró pérdidas en la Sareb, conocido como banco malo.
El cumplimiento del objetivo de déficit se produce, entre otros motivos, por el esfuerzo de consolidación fiscal de las comunidades autónomas, que consiguieron ajustarse al objetivo de déficit por primera vez desde que hay registros, según fuentes de Hacienda. Las Administraciones regionales tenían un tope presupuestario del 0,7% el año pasado. Las autonomías recibieron en 2016 más de 7.500 millones de euros adicionales a cuenta del sistema de financiación que les ayudó a rebajar sus desfases entre gastos e ingresos públicos.
La buena marcha de la recaudación en el último trimestre del pasado ejercicio, cuando entraron en vigor los nuevos pagos fraccionados a cuenta del impuesto de sociedades, también contribuyeron a rebajar el agujero presupuestario. A esto hay que sumar, que el Ejecutivo aprobó un acuerdo de no disponibilidad de gasto, que sirvió para contener el gasto público de todas las Administraciones, y adelantó el cierre contable de los ministerios a septiembre. La nota negra la puso la Seguridad Social que registró los mayores números rojos de su historia. El año pasado registró un déficit próximo a los 19.000 millones de euros, equivalente a un 1,7% del PIB.
Aunque el Gobierno del PP aprovecha las buenas cifras del cierre contable para presumir de gestión, hay que recordar que las autoridades comunitarias suavizaron hasta en dos ocasiones las metas presupuestarias después de que el año pasado estuviera a punto de sancionar a España por el incumplimiento reiterado de los objetivos de estabilidad. Las Administraciones públicas españolas registraron en 2015 un déficit del 5,1% cuando el objetivo marcado por la Comisión estaba en el 4,2% del PIB. Tras un largo e intenso debate y varias amenazas por la incapacidad del Gobierno de ajustar las cuentas, Bruselas suavizó la senda de consolidación al 3,6% el pasado verano y posteriormente volvió a moderar el objetivo al 4,6% para el año pasado y al 3,1% en 2017.
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