El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció este lunes en la comisión de Economía del Congreso que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), dependiente de su ministerio, ha pedido explicaciones al auditor de Banco Popular, PwC, por el visto bueno a las cuentas de la entidad financiera de 2016 y su posterior reformulación.
Además, el ministro avanzó que, “seguramente”, la CNMV también emprenda una investigación sobre el proceso de ampliación de capital de la compañía del año pasado para saber si se produjo alguna situación “irregular” en dicha operación.
Aun así, De Guindos ha negado que el ICAC haya abierto un expediente formal contra la auditora por este tema y ha reiterado que se trata de una mera petición de información. “Aquí había un auditor que era exactamente el mismo que pocas semanas después de cerrar las cuentas hace una serie de cambios. Es lógico que el responsable de los auditores pregunte cuáles fueron esas razones”, ha añadido.
Por otra parte, preguntado sobre qué auditora realizó la evaluación independiente que tomó como referencia la Junta Única de Resolución (JUR) para iniciar el proceso de resolución de Popular, De Guindos ha rechazado hacer comentarios.
El ministro hizo estas declaraciones en su comparecencia de ayer en la citada comisión, en la que aprovechó para defender el proceso que se ha llevado a cabo para rescatar a Banco Popular. De Guindos ha señalado que el proceso ha sido “ágil y eficaz”.
El ministro defendió en su discurso que el proceso ha sido “una prueba superada” para la unión bancaria europea. “Todo el proceso se ha aplicado al pie de la letra de la normativa europea”, destacó; y subrayó que se ha hecho “con éxito”.
De Guindos defendió que “el fracaso de todas las soluciones privadas” llevó a las autoridades europeas a intervenir en la crisis del banco, al que tildó de entidad “zombi”.
El ministro remarcó en reiteradas ocasiones que en esta operación “no ha habido ni un euro de ayuda pública ni garantías al comprador”. “Este hecho pone de manifiesto que la regulación funciona y que España está preparada para afrontar estas situaciones”, añadió.
En esta línea, el ministro aseguró que la situación de la entidad “no ha supuesto ningún contagio respecto al resto del sector financiero español”. Añadió que, prueba de ello, fue la emisión de cocos de CaixaBank “horas antes” del rescate de Popular.
En este sentido, reconoció que “hubiera sido mejor alternativa” que en 2012 se adhiriera al fondo de reestructuración bancaria, dando parte de sus activos inmobiliarios a la Sareb, aunque recordó que “esto habría supuesto ayudas económicas”.
El ministro subrayó que, en caso de no haber intervenido, Popular no habría podido abrir el miércoles pasado ante la falta de liquidez. “El rápido deterioro de la liquidez del banco precipitó todo el proceso” y ha añadido que lo ideal habría sido hacer que “coincidiera con fin de semana”.
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