Los hoteleros esperan un nuevo «verano récord» para el turismo, con un aumento de las visitas cercano al 9% y un fuerte crecimiento de la rentabilidad. Con ello, España podría superar los 80 millones de visitantes extranjeros, frente a los 75,6 millones del año pasado. España puede llegar a desbancar a Estados Unidos en el ránking global. Con ello, escalaría a la segunda posición del mundo, sólo por detrás de Francia.
En concreto, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) espera que el número de turistas extranjeros hasta agosto se incremente hasta los 56,7 millones de turistas, lo que supondría un avance de entre el 8,8% y el 8,9%. «Si se cumplen las previsiones, España podría cerrar el año con más de 80 millones de visitantes y, con ello, se podría convertir en el segundo receptor del mundo», señaló ayer el presidente de la patronal hotelera, Juan Molas.
Molas hizo estas declaraciones en la presentación del Observatorio de la Industria Hotelera, que Cehat elabora conjuntamente con PwC. En el evento, el responsable de Cehat señaló que este aumento de los visitantes se habría producido por una extensión de la temporada de verano. «Ha llegado el momento de que la noticia positiva no sea el aumento del número de viajeros en temporada alta, sino la extensión de la misma y el efecto sobre la estacionalidad», señaló. Con ello, los mayores incrementos se producirían en junio, septiembre y octubre.
Además, esto vendría apoyado por la reactivación del turismo nacional, ya que las reservas hasta agosto se habrían incrementado entre un 6% y un 7%, una cifra que supera el 10% en algunas zonas del norte de España. De hecho, las cifras muestran que el crecimiento de las pernoctaciones se está generalizando a cada vez más zonas de España, debido a que la demanda apenas tiene margen para crecer en las zonas más turísticas en julio y agosto.
Esta extensión de la temporada alta llevaría aparejada, asimismo, una fuerte subida de los ingresos. En concreto, el 79,9% de los empresarios encuestados espera un aumento de precios, mientras que sólo el 20,1% los mantendrá y nadie espera bajarlos. Estas alzas, que se producirán a lo largo de toda la costa mediterránea, pero también en buena parte de las provincias del norte y el interior, llevarán a una subida de la rentabilidad del 8,3% con respecto a la temporada de verano de 2016. Esto no tiene por qué venir de una subida de precios, sino por la necesidad de hacer menos promociones en los meses de junio, septiembre y octubre, por la mayor afluencia.
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