El presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, asegura que el mercado laboral «está exhausto de tanta reforma, de tanto comentario y de tanto experto», y ha instado a Gobierno, patronal y sindicatos a centrarse en otros temas como la industrialización, la salud, la educación o las pensiones.
Peña afirma que el momento actual es «objetivamente óptimo» para el diálogo social dada la situación política y pide a los agentes sociales que asuman «con orgullo» su protagonismo, que cree que tiene que ir «más allá de lo estrictamente laboral».
En este sentido les exhorta a salirse de la máxima de que hay que reformar el mercado laboral y a avanzar en otros ámbitos que considera de mayor importancia social y en los que cree que sindicatos y patronal deberían estar presentes, como son el reforzamiento del sistema nacional de salud o un pacto de Estado en educación.
A juicio de Peña, debería haber un reconocimiento social a la labor de las patronales y los sindicatos que a través de la negociación colectiva han contribuido a un grado de bienestar cada vez mayor y «han hecho al país más tolerante» con su cultura de diálogo y pacto, a pesar de que para 2017 no han sido capaces de cerrar un acuerdo salarial.
Sobre las pensiones dice que ahora mismo garantizar el sistema está por delante de los propios pensionistas por su importancia para la cohesión social del país, por lo que cree que hay que buscar la manera de ingresar más y «gastar con cabeza, depurando y flexibilizando el sistema».
(Expansión, 06-08-2017)
España gasta en desempleo la mitad que en los peores años de la crisis
España llegó a gastarse en protección por desempleo 32.365 millones de euros en 2009. Aquel año esa cantidad supuso que se invirtió el doble de dinero en costear las ayudas económicas a los parados que en financiar los intereses de la deuda pública, en lo que se gastaron 17.400 millones de euros.
Esa situación se ha revertido y este año el presupuesto español destinará 32.171 millones de euros a pagar intereses de la deuda y poco más de 16.000 millones a pagar prestaciones y subsidios por desempleo.
En 2013 se frenó la sangría del paro y a finales de año empezó a crearse empleo. Esto fue el principio del constante descenso del gasto en desempleo que se viene produciendo desde entonces.
En el primer semestre de este año, el coste del desempleo se ha abaratado hasta los 8.744 millones de euros, un 8% menos que entre enero y junio del año pasado. Previsiblemente, en la segunda mitad del año se mantenga este ritmo, con lo que 2017 cerraría con una factura de gasto en desempleo que rondará los 16.000 millones de euros, por debajo de los 18.300 millones presupuestados inicialmente.
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