El sistema de Seguridad Social paga a fecha de hoy un total de 9.532.945 pensiones contributivas –de jubilación, incapacidad, viudedad, orfandad y en favor de familiares–. Estas prestaciones se costean con las cotizaciones de 18,48 millones de afiliados que existen en la actualidad. Esta correlación indica que en la actualidad se abonan 1,2 millones de pensiones más que en 2007, antes de la crisis y, sin embargo, el sistema cuenta con un millón menos de cotizantes para hacer estos pagos.
Así, el número de pensiones viene creciendo por encima del 1% anual de forma sostenida, incluso durante los seis años consecutivos de destrucción de empleo y, por tanto, disminución de cotizantes, entre 2008 y 2013 (ambos incluidos).
A este incremento del número de prestaciones hay que unir el encarecimiento de la nómina que se abona mensualmente a los pensionistas, cuyo coste también avanza desde 2014 un 3% anual, hasta los 8.790 millones al mes, según los datos publicados hoy por el ministerio de Empleo, correspondientes a la nómina de agosto. Y en los años previos, durante la crisis, este incremento del gasto en pensión aún fue mayor, en el entorno del 5% anual.
Este aumento sostenido del gasto se debe fundamentalmente al citado incremento del número de pensionistas, pero sobre todo al efecto sustitución, que consisten en que las nuevas pensiones que entran en el sistema son un 32,4% superiores a las que se dan de baja por fallecimiento de sus perceptores.
En concreto, la cuantía media de las nuevas pensiones de jubilación es de 1.280,55 euros mensuales y las que salen del sistema ascienden de media a 966,77 euros al mes, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
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