El Banco de España advierte de las terribles consecuencias económicas que pueden tener las tensiones políticas en Cataluña si estas persisten a medio plazo. En un informe de riesgos para la estabilidad financiera publicado este jueves, la entidad sostiene que la economía española podría perder por culpa de la crisis catalana entre 0,3 y algo más de 2,5 puntos de PIB en dos años, es decir, tendría un coste entre 3.000 y más de 27.000 millones. En el peor de los escenarios, el organismo subraya que se podría evaporar hasta un 60% de todo el crecimiento proyectado para los años 2018 y 2019. Además, Cataluña corre el riesgo de llevarse la peor parte y entrar directamente en una recesión.
El mensaje del Banco de España ha sido muy claro: «La incertidumbre generada a raíz del desafío independentista en Cataluña podría traducirse asimismo en un menor nivel de actividad y empleo en los próximos meses». Y el informe explica con detalle cómo ocurriría el proceso: «Podría deteriorar la confianza de los agentes económicos y, por esta vía, afectar a sus decisiones de gasto e inversión […]. Además, la incertidumbre y los problemas de confianza podrían propiciar un endurecimiento de las condiciones de financiación para el conjunto de sectores residentes». Incluso señala que ya «los mercados financieros españoles han presentado una evolución comparativamente menos favorable, en parte como consecuencia de la incertidumbre generada por las tensiones políticas en Cataluña». Pocas veces el organismo supervisor se ha mostrado tan contundente con un asunto políticamente tan intrincado.
Los equipos técnicos del Banco de España dibujan básicamente dos escenarios. Uno más benigno en el que la incertidumbre se mantiene en los niveles vistos durante el tercer trimestre y esta no va más allá de 2017. Por lo que en este se deduce que las tensiones acabarían con las elecciones del 21 de diciembre. Bajo esa hipótesis, el coste acumulado podía llegar a las tres décimas de PIB, esto es unos 3.000 millones de euros, en el bienio 2018-2019.
A continuación, el documento perfila otro supuesto mucho más adverso en el que el conflicto se prolonga durante los dos próximos años y alcanza unos niveles de estrés similares al inicio de la crisis de 2008 o a cuando la economía española estuvo al borde del rescate allá por 2012. Es decir, las cotas más altas de incertidumbre registradas en los últimos años. En ese caso el daño para la economía podría dispararse hasta algo más de los 2,5 puntos de PIB, es decir, más de 27.000 millones de euros. «Este último escenario comportaría una reducción de cerca del 60% del crecimiento considerado en el escenario base para el conjunto de la economía española y una recesión de la economía catalana durante buena parte del horizonte analizado», afirma el informe.
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