El desafío independentista y los intensos acontecimientos políticos que han desembocado en la suspensión de la autonomía catalana y la convocatoria de elecciones el 21 de diciembre han disuadido a las compañías españolas de acudir al mercado, con la excepción de las dos emisiones de deuda senior no preferente realizadas en dólares por Banco Santander.
A la inquietud por la crisis política se sumaron las dudas ante la reunión que a finales de mes celebró el BCE –y que se resolvieron al conocerse que las compras se prolongarán durante 2018 pero en menor cuantía– y las restricciones a la hora de emitir que impone la campaña de publicación de resultados del tercer trimestre. Sin embargo, la situación vuelve a ser propicia para que las empresas españolas aprovechen la ventana de liquidez que puede abrirse antes de que concluya el año y sigan aprovechando para financiarse al precio más barato posible.
“En noviembre se puede abrir otra ventana de liquidez, una vez las empresas hayan presentado resultados. Las compañías españolas se están planteando emitir antes de fin de año, el tono del mercado es bueno, hay demanda y se puede obtener financiación con normalidad”, explica Francisco Carmona, director general de Unicredit en España.
Distintas fuentes del mercado de capitales coinciden en que la crisis política en Cataluña no es obstáculo para buscar financiación. A la vista está el descenso registrado por la prima de riesgo en los últimos días, en que ha vuelto a niveles de principios de septiembre por debajo de los 110 puntos básicos. Y su tensionamiento durante los días en que estalló el procés no llegó a superar los 133 puntos básicos.
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