Así, el salario medio de las mujeres en 2016 ha sido de 1.661,0 euros al mes, mientras que el de los varones alcanzó los 2.075,7 euros. Otro dato relevante en este sentido es que cuatro de cada diez mujeres tuvieron en 2016 un salario bruto mensual inferior a 1.229,3 euros, frente a solo dos de cada diez entre los hombres. El INE explica parte de esta desigualdad en que «ellas trabajan a tiempo parcial, con contratos temporales y en ramas de actividad menos remuneradas en mayor proporción que los varones».
Tanto la temporalidad, la formación y la antigüedad son aspectos claves en las diferencias de cuantía salarial. De hecho, en 2016 los indefinidos ganaron de media 2.079,8 euros brutos al mes y los temporales, 1.312,4 euros. Por su parte, «el salario medio percibido por los asalariados que como máximo tenían educación primaria se cifró en 1.383,7 euros, mientras que los que tienen estudios superiores tenían un salario medio de 2.380,4 euros», indica el INE.
La desigualdad, de media, de un trabajador que acaba de entrar en una compañía y uno que lleva diez años o más allí supera los mil euros (1.232,3 euros frente a 2.397,3 euros).
También el tipo de sector resulta fundamental. Los salarios medios más bajos en 2016 se han dado en las Actividades de los hogares como empleadores de personal doméstico (823,2 euros), Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (1.159,5 euros) y la Hostelería (1.172,1 euros).
Por el contrario, los salarios medios más elevados se han registrado en Actividades financieras y de seguros (3.126,8 euros), Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (3.070,1 euros) y en el sector de Información y Comunicaciones (2.655,7 euros).
En cuanto al salario mediano (que divide al total de los trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) se ha situado en 2016 en 1.594,5 euros brutos mensuales, 2,3 euros menos que en 2015 y casi 284 euros menos que el salario medio de 2016 (1.878,1 euros).
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