El Consejo Fiscal Europeo admite que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a los países a mantener el déficit público por debajo del 3% y establece un régimen de sanciones por incumplimiento, necesita una reforma profunda para mejorar su efectividad. Entre otras cosas, el CFE pide simplificar las reglas, mejorar su capacidad sancionadora y completar la estructura de la zona euro con un instrumento fiscal.
El organismo, presidido por el danés Niels Thygesen, fue creado en 2016 para examinar el trabajo de la Comisión Europea a la hora de hacer cumplir las normas del déficit público y hoy ha publicado su primer informe. En él analiza la aplicación de las normas fiscales de la UE en 2016 y plantea sugerencias para mejorarlas. «Hay margen de mejora en varias áreas del marco fiscal de la UE», asegura el documento, que enumera una serie de sugerencias. Son las siguientes:
1. Crear colchones fiscales en los buenos tiempos para cuando lleguen los malos. El informe señala que el sistema actual carece de «incentivos efectivos» para aprovechar la parte positiva del ciclo económico, por lo que podría «requerirse a los Estados Miembros que compensen desviaciones pasadas de la senda de ajuste si se supera un determinado umbral». Además, critica una práctica habitual en las recomendaciones de la UE a los Estados: dar por buena la sustitución de las reformas estructurales para reducir permanentemente el déficit por ingresos puntuales que no van a repetirse en años venideros.
2. Reforzar la aplicación de las normas fiscales. El documento admite que tal y como está diseñado ahora mismo el PEC «las provisiones para aplicar […] sanciones han resultado ser impracticables». Y justo antes señala que «la credibilidad y la efectividad de las normas dependen también de su aplicabilidad». A buen entendedor… Para solucionarlo, el CFE propone vincular las normas fiscales a los fondos europeos, bajo el andamiaje argumental de que no se trata de castigar a los incumplidores sino de «salvaguardar la eficiencia» del dinero público europeo.
3. Reforzar el principio de «cumple o explica». El informe pide reforzar los poderes de las autoridades fiscales nacionales (la AIReF en España) cuando los Gobiernas decidan desatender sus recomendaciones. Según el informe, hay que reforzar el principio por el cual un Ejecutivo que desoiga a su ‘Airef’ esté obligado a justificarlo públicamente en periodo concreto de tiempo.
4. Simplificar las normas conservando la flexibilidad. El CFE admite que actualmente «las reglas y provisiones que gobiernan la implementación del PEC han llegado a un grado de complejidad y opacidad donde los costes superan los beneficios de una codificación detallada sobre cómo gestionar un amplio abanico de contingencias». En castellano: que la discrecionalidad de la que dispone la Comisión a la hora de decidir si sanciona o no a un país incumplidor hace opaco e impredecible el mecanismo y que para tener lo que hay ahora casi sería mejor tener un sistema automático de reglas sin capacidad de interpretación. Pero el CFE propone un punto intermedio: crear un sistema sencillo de reglas, pero con una serie de «cláusulas de escape». Estas cláusulas, por ejemplo, dejarían en suspenso la aplicación del PEC cuando su aplicación generaría políticas procíclicas (represión fiscal en recesión o estímulo fiscal en expansión). La clave está en que la decisión de si se pueden aplicar o no estas cláusulas debe hacerse de forma transparente, independiente y de forma «no oportunista»
5. Un instrumento fiscal centralizado. El CFE se mete de lleno en el debate sobre si la eurozona necesita un mecanismo común para apoyar financieramente a aquellos países que sufran una gran crisis económica. En este sentido, asegura que un instrumento de este tipo «aportaría estabilidad a la zona euro».
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