El Banco de España envió un mensaje muy claro a la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, que estudia la viabilidad del sistema público de pensiones. Pablo Hernández de Cos, director general de Economía y Estadística de la institución, advirtió ayer, en el Congreso de los Diputados, de que el futuro del sistema de pensiones necesita de reformas económicas y laborales «cruciales» que contribuyan a crear empleo y a mejorar la productividad. De otra manera, «o se suben las cotizaciones sociales o se reduce la generosidad del sistema», dijo Hernández de Cos. Por esto último debe entenderse la reducción de las pensiones. Hay que tener en cuenta que la prestación inicial media en España significa el 82% del último salario medio. Esta figura, que técnicamente se conoce como la tasa de sustitución, está entre el 40% y el 60% en países como Alemania, Francia y Suecia.
El responsable del Banco de España intervino ayer en una jornada sobre Las pensiones de hoy y las del futuro, organizada por Ibercaja y la Asociación de exdiputados y exsenadores. Ante los portavoces de los distintos partidos en la Comisión del Pacto de Toledo, Hernández de Cos dijo que el futuro del sistema de pensiones «no es solo una cuestión de modificar los parámetros del sistema». Es decir, que para resolver el futuro no bastaría con continuar en el retraso en la edad de jubilación, que avanza desde los 65 a los 67 años; la ampliación del periodo de cotización exigido para calcular la pensión, que progresa desde los 15 a los 25 años, o para poder cobrar la totalidad de la prestación, que está en una transición desde los 35 a los 37 años.
También hay que hacer reformas en el mercado de trabajo y en la economía, porque con la tasa de empleo y de productividad actuales no basta. «Más fácil será el futuro, cuánto mejor le vaya al mercado de trabajo, cuando menor sea la tasa de paro, cuando mejor sea la productividad de la economía». Con el 16,4% de la población activa, España tiene la segunda tasa de paro más alta de la Unión Europea, detrás de Grecia, que tiene un desempleo equivalente al 21% de la población activa.
En este contexto, Hernández de Cos, dijo que, en estos momentos, sólo aumentado la tasa de ocupación al 80% de todas las personas activas -ahora está por debajo del 60%- y bajando la tasa de paro al 6% «podría compensarse el 60% de la presión demográfica» que tiene el sistema de pensiones». Es decir, por los efectos del envejecimiento de la población debido al crecimiento de la esperanza de vida.
Por todas estas razones, el responsable económico del Banco de España también defendió que los ciudadanos sean informados por la pensión que pueden cobrar al llegar a su jubilación. Es decir, que puedan tomar decisiones de ahorro para cuando llegue el momento.
Es un reproche indirecto al Gobierno por haber incumplido su promesa de enviar una carta a los trabajadores mayores de 50 años sobre la cuantía de la pensión que pueden tener en el futuro, de acuerdo con la carrera de cotización que han hecho. Esta es una reforma que también reclamó Pablo Antolín-Nicolás, economista jefe de la Unidad de Pensiones Privadas de la OCDE [ver información en esta página]. No obstante, según el Banco de España, el efecto combinado del Índice de Revalorización y del Factor de Sostenibilidad producirá en el futuro una importante reducción de la pensión.
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