La Junta Única de Resolución (JUR) anunció ayer que fijará en el primer trimestre de 2018 objetivos obligatorios y específicos en relación al colchón de solvencia con el que deben contar las entidades financieras sistémicas y complejas de la UE.
Para el resto de entidades, las consideradas no sistémicas, las metas serán orientativas. La institución que dirige la alemana Elke König ha advertido de que los bancos europeos cuentan con un déficit de 117.000 millones de euros en instrumentos que deben asumir pérdidas en caso de resolución. Este colchón anticrisis es conocido como Mínimo Requerido de Pasivos Exigibles (MREL, por sus siglas en inglés).
La Junta Única de Resolución ha llegado a esta conclusión tras elaborar un estudio sobre una muestra de 76 bancos, que representan el 80% de los activos de las entidades que están bajo su supervisión. Según la propia institución, unos 47.000 millones de este agujero deben cubrirse con instrumentos subordinados.
Así, la JUR ha anunciado que durante el primer trimestre del próximo año fijará objetivos obligatorios y concretos para la mayoría de los bancos sistémicos y complejos, mientras que el resto de entidades estarán sujetas únicamente a objetivos «informativos».
La institución comunitaria también ha explicado que estos objetivos estarán acompañados por periodos de «transición» para cada banco cuya duración máxima será de cuatro años. Para establecer estos plazos se tendrá en cuenta la capacidad de emisión, la capacidad del mercado y los posibles y recientes cambios estructurales.
Con esta medida, la JUR busca mejorar la capacidad para resolver bancos en dificultades, dado que el colchón de solvencia da «más flexibilidad ante situaciones de crisis para tomar las decisiones apropiadas antes y después de la resolución».
En todo caso, la institución encargada de la resolución de entidades financieras en la UE ha señalado que no tiene intención de publicar los objetivos específicos de cada banco y no prevé pedir a los bancos que lo hagan.
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