La situación es la siguiente: la legislación vigente establece que a partir del 1 de enero de 2018 se endurecerán el acceso a los módulos. En concreto, el límite de facturación a partir del cual se veta la tributación por módulos debería bajar por ley de los 250.000 a los 150.000 euros y, en el caso de autónomos que facturan a otras empresas, de 125.000 euros a 75.000 euros. La intención del Ministerio de Hacienda es realizar un cambio legal para que los límites vigentes no se reduzcan y se mantenga los umbrales durante todo 2018.
El problema es que el año termina y esta modificación legal no llega. Fuentes empresariales aseguran que hay autónomos que han frenado su actividad ante el temor de que su facturación supere los nuevos límites. El hecho de que ningún representante de Hacienda haya dicho públicamente que los umbrales vigentes no bajarán a partir del próximo año ha generado muchas dudas entre los autónomos, que temen que finalmente no se modifique la legislación y, por lo tanto, muchos de ellos se vean obligados a abandonar el régimen de módulos.
La Federación Española de Transporte por Carretera (Fetransa) amenazó con iniciar movilizaciones si el Consejo de Ministros de este viernes no daba el visto bueno a un real decreto de prórroga de los límites vigentes. Y, como temían, el Gobierno no anunció ningún cambio. “Si finalmente se consuma este despropósito, una parte muy importante de los profesionales del transporte pesado de nuestro país se verían abocados a reducir drásticamente unos resultados ya de por sí muy ajustados, que ya en la actualidad hacen prácticamente inviable el desarrollo de la profesión en condiciones dignas. En muchos casos se verán obligados a cerrar”, señaló en un comunicado la organización.
Fuentes de la Administración insisten en que la intención del Gobierno es mantener los límites actuales, sin embargo, esta decisión requiere de un cambio legal que se está demorando. De hecho, no es descartable que finalmente se apruebe la prórroga de los umbrales de los módulos una vez iniciado el ejercicio 2018 y con carácter retroactivo, una posibilidad que los autónomos consideran que genera aún más inseguridad jurídica.
La tributación por módulos es un régimen fiscal simplificado. Actualmente, pueden tributar por módulos restaurantes, peluquerías, comercios al por menor, imprentas, transportes, enseñanza o servicios de mudanzas. Los módulos son un formato de tributación que genera menos cargas administrativas para los autónomos en el IRPF y el IVA. Estos contribuyentes no declaran en función de sus beneficios sino a partir de variables objetivas como los metros cuadrados de su negocio, el número de empleados o el consumo de electricidad. Por ejemplo, para un bar, se tiene en cuenta el número de mesas o la longitud de la barra. A partir de estas variables se determina la cuota a pagar. En cambio, en el método de estimación directa, la cuota a pagar en el IRPF se fija en función de los ingresos y gastos reales. La estimación directa conlleva más papeleo y cargas administrativas, pero permite deducirse los gastos inherentes al negocio.
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