Las empresas apuran estos días el cierre de la ejecución de las cuentas de este ejercicio y el diseño del presupuesto para 2018, en el que, sin duda, la partida del coste laboral será una de las más importantes. Las previsiones en términos generales son buenas, ya que son una minoría las sociedades que calculan que tendrán que reducir su plantilla a corto o medio plazo. El resto estima que sus costes laborales, entendiendo como tales no solo los salarios, sino también el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social y toda clase de pagos dinerarios o en especie a sus trabajadores, se elevará en torno al 2% en 2018.
El Gobierno acaba de suscribir con los agentes sociales un acuerdo por el que el salario mínimo interprofesional (SMI) se elevará a partir del 1 de enero un 4% hasta quedar establecido en los 736 euros al mes o 10.304 euros anuales. En esta línea, las bases mínimas de cotización también se revalorizarán en la misma cuantía y pasarán de los 1.152,90 euros para ingenieros y licenciados a 1.199 euros.
La nueva base mínima del segundo grupo de cotización, el compuesto por ingenieros técnicos, peritos y ayudantes titulados pasa de 956,10 a 994,3 euros y la de los jefes administrativos y de taller se eleva otro 4% desde los 831,6 euros hasta los 864,8. En el resto de grupos la base mínima queda establecida en 858,6 euros al mes, frente a los 825,6 euros de este año.
En contra de lo ocurrido en los últimos años, Empleo ha decidido en esta ocasión dejar sin cambios las bases máximas, que permanecerán en 3.751,20 euros, por lo que las empresas cotizarán en 2018 lo mismo que este año por sus trabajadores mejor pagados. De esta manera, esta congelación amortiguará en gran medida el incremento del 4% decretado para las bases mínimas. Para aquellos empleados que coticen por bases superiores el incremento del coste laboral equivaldrá en gran medida a la mejora que experimenten los salarios. El último dato oficial, de noviembre, indica que la subida media pactada en convenio se situó en el 1,43% este año.
Después del fracaso que supuso que patronal y sindicatos no lograran reeditar este año el Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC), representantes de las confederaciones de los sindicatos UGT y CC OO, y de las patronales CEOE y Cepyme se reunieron ayer para dar inicio a la negociación y se emplazaron a comenzar los trabajos formales el próximo 11 de enero y proseguirlos el día 25 del mismo mes.
En esta primera toma de contacto informal, los agentes sociales acordaron que el objetivo es alcanzar un acuerdo en un plazo “razonable” para que el AENC pueda tener repercusión en la negociación colectiva que se abra en 2018. Para ello, se comprometieron a agilizar el calendario, intensificar las reuniones, con el fin de sellar un pacto en el plazo “más breve posible”, según informaron los sindicatos.
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