Un informe secreto del Gobierno británico que ha salido a la luz augura malos tiempos para Reino Unido una vez fuera de la Unión Europea. Pase lo que pase con el Brexit y en cualquiera de los escenarios posibles, la economía irá a peor, una conclusión que está levantando ampollas en Londres y que incluso se está debatiendo en el Parlamento británico.
El documento indica que un «no acuerdo» con los socios europeos, algo que buena parte del Gobierno de Theresa May defiende con vehemencia, y que llevaría a Reino Unido a regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio, supondría reducir un 8% el crecimiento en los próximos 15 años. Si finalmente se llega a un acuerdo de libre comercio, esta reducción del crecimiento se limitaría a un 5%. La opción más suave de Brexit, que llevaría a los británicos a tener un acuerdo similar al que ahora disfruta Noruega, solo haría caer la economía un 2%. Este último escenario, sin embargo, ha sido descartado por la primera ministra, ya que implicaría permitir la libre circulación de personas, algo que se ha convertido en un tema esencial en la política interna británica.
El informe, denominado EU Exit Analysis y al que ha tenido acceso la publicación online Buzzfeed, indica que los sectores financiero, químico, textil, de alimentación y bebidas y la industria de la automoción sufrirán el mayor impacto por la decisión de salir de la Unión Europea.
Según el Gobierno, este análisis se trata de un borrador sin carácter oficial. Sus previsiones se basan en que Reino Unido llegará a un acuerdo comercial con Estados Unidos, uno de los puntos considerados clave para su futuro una vez fuera del club europeo.
Las conclusiones de este informe prometen recrudecer la batalla que se libra en las filas del Partido Conservador, donde Theresa May tiene cada vez menos apoyos. La primera ministra sigue defendiendo en público la versión más dura del Brexit, frente a posiciones más moderados de pesos pesados del gabinete, como Philip Hammond, ministro de Economía.
Ninguna región británica sale bien parada de las conclusiones de este análisis, aunque las que sufrirían un mayor impacto serían Irlanda del Norte, la zona de Birmingham y el noroeste del país. Londres también vería como su actividad merma, sobre todo en el caso de un Brexit duro que amenazara al sector financiero de la ciudad.
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