A pesar de que los despachos de abogados han mejorado sus estructuras en los últimos años y han conseguido una mayor eficiencia, sus esfuerzos no se están reflejando en la nómina de sus trabajadores, que en 2017 han visto cómo perdían de nuevo poder adquisitivo. Bien es cierto que el descenso del 2,3% de media es mucho más moderado que en ejercicios anteriores, lo que hace pensar, según los expertos, que el cambio de tendencia está más cerca.
La estrategia de los bufetes respecto a la retribución salarial ha cambiado en los últimos años y su apuesta es clara por los profesionales de mayor categoría, los únicos que han visto crecer su retribución en poco más de un 2% de media hasta superar los 130.000 euros, según el Análisis comparativo de las retribuciones en los despachos de abogados en España en 2017, elaborado por Signium, en colaboración con IE Law School.
«El director, profesional con experiencia de más de 10 años, se convierte en el colectivo clave para todos, ya que tiene el conocimiento técnico, el contacto con el cliente y el equipo», explica Carlos de la Pedraja, vicedecano de IE Law School, que subraya que «su pérdida supone un gran problema para las organizaciones».
Quien más claro tiene esta estrategia son las Big Four, que, tras varios años con fuertes subidas, han rebajado considerablemente la brecha salarial. En este sentido, superan a las firmas nacionales en la retribución de los letrados más veteranos, mientras que siguen arañando distancias con los internacionales, aunque todavía se encuentran 20.000 euros por debajo.
«Las Big Four siguen posicionándose y son las únicas con subidas generalizadas en todas las categorías. Si hace unos años veíamos una brecha insalvable entre ellas y los despachos nacionales, ahora están prácticamente a la par en muchas de las categorías y, sobre todo, compitiendo de tú a tú en esos profesionales con 10 años de experiencia», señala el vicedecano de IE Law School.
A pesar de ello, hay que tener en cuenta que «en los despachos nacionales los salarios son más elevados durante los primeros cinco años de actividad laboral en comparación con los internacionales, mientras que éstos tienen las retribuciones mayores en los cinco años posteriores», apunta Ignacio Bao, presidente de Signium.
La fuerza de las Big Four está llegando, sobre todo, de la importante subida en la parte variable. «En la retribución fija ha habido escasa variación con respecto a 2016, pero sí hemos observado una ligera mejoría en el variable, especialmente en el de las categorías más sénior», apunta Leticia de Laiglesia, asociada principal de Signium.
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