Las reclamaciones hipotecarias, por cláusulas suelo, gastos de constitución del préstamo o créditos multidivisa, se han convertido en los últimos tiempos en una de las principales cargas de trabajo de los juzgados españoles. En paralelo, sin embargo, el número de ejecuciones hipotecarias ha descendido con fuerza. El año pasado se redujeron un 37,8%, hasta los 30.094 procesos iniciados por la banca ante impagos, mientras que el número de desahucios prosiguió también su descenso.
Concretamente, los lanzamientos de vivienda se redujeron un 3,6% en 2017, hasta situarse en los 60.754 casos. Además, solo uno de cada tres casos correspondió a familias hipotecadas mientras que el grueso de desahucios se concentró en el mercado del alquiler, según las estadísticas de actividad judicial facilitadas este lunes por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Esta refleja que las ejecuciones hipotecarias se sitúan en niveles inferiores a los de 2008, cuando se iniciaron 58.686 procesos. En 2009 fueron 93.319, mientras que se presentaron 93.636 en 2010, 77.854 en 2011, 91.622 en 2012, 82.680 en 2013, 80.749 en 2014, 68.165 en 2015 y 48.410 en 2016.
Pese al influjo que pueda estar teniendo en esta evolución la recuperación económica, en buena medida el descenso está motivado por la suspensión generalizada de ejecuciones hipotecarias que han decretado los jueces a la espera de que la justicia europea se pronuncie sobre esta materia.
El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) tiene pendiente resolver cuestiones prejudiciales sobre cómo proceder cuando las cláusulas de vencimiento anticipado, que permite ejecutar el préstamo, es abusiva. Mientras lo aclara, el grueso de procesos, han quedado congelados.
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