Después de una nueva reunión de algo más de dos horas celebrada el viernes, los principales sindicatos de funcionarios, CC OO, UGT y CSIF y la secretaria de Estado de Función Pública, Elena Collado, suscribieron finalmente un acuerdo global que abre un “clima nuevo” entre el Gobierno y los trabajadores de la Administración. El pacto, que fue ratificado por la tarde con la firma del mismo por parte de los máximos responsables de los sindicatos de funcionarios y el ministro Cristóbal Montoro, la horquilla de incrementos salariales queda establecida entre un mínimo del 6,1% y máximo del 8,8% para el periodo 2018-2019-2020.
A esto hay que añadirle un 0,75% de fondos adicionales garantizados para el conjunto de los tres años. Se trata de la primera vez en la historia que un acuerdo de salarios para los funcionarios se vincula al crecimiento económico y el cumplimiento del déficit público, por lo que el IPC pierde protagonismo también en el ámbito de las revalorizaciones salariales. Además, lo hace en pleno debate de cómo ha de actualizarse la cuantía de las pensiones.
Para CC OO, esta partida de fondos adicionales se podría destinar, entre otros asuntos, a eliminar la brecha salarial entre mujeres y hombres y subir los salarios más bajos. En cualquier caso, será objeto de negociación colectiva.
De acuerdo con lo consensuado por ambas partes, en 2018, la subida será de un 1,75%, más un 0,20% de fondos adicionales. En 2019, se elevará al 2,25%, más un 0,25% variable en función del PIB, más un 0,25% de fondos adicionales. Para 2020, un 2%, más un variable del 1% en función del PIB, más un 0,3% de fondos adicionales. Si se cumple el objetivo de déficit en 2020, habrá una prima final del 0,55%.
En opinión de Pepe Fernández, coordinador del Área Pública de CC OO, se trata de un “buen acuerdo” porque no solo mejora las retribuciones de los empleados públicos, sino que supone la primera creación de empleo neto en el sector público desde antes de la crisis, restablece la capacidad para la negociación colectiva, abre la puerta a recuperar la jornada de 35 horas y fija prioridades en los planes de Igualdad puestos en marcha que incentivan y mejoran la conciliación de todos los trabajadores y trabajadoras.
En este sentido, para favorecer dicha conciliación familiar, los empleados públicos podrán modificar su jornada con horas de libre disposición acumulables, equivalentes a 11 días anuales. Estas horas deberán recuperarse en acuerdo con la Administración. Además, el acuerdo incluye la posibilidad de establecer un sistema específico de jornada continua para el cuidado de hijos menores de 12 años o con discapacidad. Desde CSIF apuntaron que estas medidas suponen un “punto y aparte” respecto a la crisis, “uno de los periodos más duros que se conocen en el deterioro de las condiciones laborales del colectivo de empleados públicos españoles”, aseguraron desde este sindicato.
Otras medidas acordadas son la devolución del 100% del salario en casos de baja por Incapacidad Temporal, el fomento de los planes de igualdad y medidas de corresponsabilidad en todas las Administraciones públicas, el impulso de la formación o el análisis sobre la jubilación parcial de algunos colectivos. En cuanto al empleo, se ha pactado para 2018 la tasa de reposición del 100% para todas las Administraciones Públicas que hayan cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria y la regla de gasto. Esta tasa se podrá elevar al 108% en los casos de aquellos sectores o ámbitos que requieran un esfuerzo adicional de efectivos.
En las administraciones locales, el 108% podrá elevarse si carecen de deuda viva o si por incremento de población en los próximos años tienen que prestar nuevos servicios. Las Administraciones públicas que no hayan cumplido el objetivo de déficit, deuda o regla de gasto, tendrán una tasa de reposición del 100% en sectores prioritarios (sanidad, educación, justicia y servicios sociales, principalmente) y del 75% en el resto. Podrán incorporar un 5% de su tasa en sectores o ámbitos que requieran un refuerzo adicional.
Por su parte y al hilo del incremento salarial, Julio Lacuerda, secretario general de FeSP-UGT, señaló este viernes que «las empleadas y empleados públicos sabemos bien lo que es la incertidumbre, la presión, y la precariedad porque la hemos vivido durante todos estos años, durante los que hemos perdido el 13,3% de nuestro poder adquisitivo».
Por ello, con la consecución de este acuerdo, el sindicato calcula que al final del periodo el colectivo habrá recuperado casi cinco puntos de poder adquisitivo al restarle a ese 13,3% los 8,8 puntos que podrían incrementarse los salarios públicos de confirmarse las mejores previsiones. «Este acuerdo que firmamos representa el comienzo de la recuperación salarial y de la reparación de derechos; es el punto de partida del reconocimiento de nuestro esfuerzo personal y nuestro compromiso colectivo con los servicios públicos como garantes de derechos de la ciudadanía».
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