Luis de Guindos obtuvo este miércoles el visto bueno de la Eurocámara a su candidatura a la vicepresidencia del BCE por un ajustado margen: 331 votos a favor, 306 en contra y 64 abstenciones. El rol de la Eurocámara es puramente consultivo, pero puede entorpecer el nombramiento durante meses. Así le sucedió a Mersch en 2012, pero pese a las trabas, este acabó siendo elegido igualmente consejero del Eurobanco.
Los socialistas europeos, como todo el arco de la izquierda parlamentaria, votaron finalmente en contra de Guindos con la única salvedad del PSOE, que se abstuvo. Guindos evita así lo más importante: el Parlamento Europeo no pondrá piedras en el camino a su desembarco en Fráncfort como le sucedió a Mersch. Los motivos que seis años atrás provocaron el rechazo de los diputados a la nominación del luxemburgués para formar parte del comité del BCE siguen vigentes hoy: no ha habido mujeres entre las candidatas ni tampoco existe el compromiso firme de que en el futuro se evitará que la disputa sea solo cosa de hombres.
Para dar su beneplácito a Guindos, una parte de la cámara quería un gesto de que en el futuro no se repetirán procesos como el que ha culminado con su llegada al BCE: una pugna con la única rivalidad del irlandés Philip Lane, sin ninguna mujer aspirante. El presidente de la comisión de Economía, el socialista italiano Roberto Gualtieri, lideró los esfuerzos por conseguirlo. Envió una carta al Eurogrupo y al Consejo Europeo en la que solicitaba fijar como obligatoria la presencia de mujeres entre los candidatos, pero la respuesta ha estado llena de evasivas.
El presidente del Eurogrupo, el portugués Mário Centeno, derivó la responsabilidad al Consejo Europeo y eludió cualquier compromiso firme. “En lo que se refiere a la diversidad de género entre los candidatos, estoy de acuerdo que es un asunto importante que los Estados miembro deberían considerar a la hora de elegir a sus candidatos”. El grupo de Los Verdes tildó la contestación de «decepcionante» y solicitó el aplazamiento de la votación, pero no lograron la mayoría de apoyos suficiente.
Guindos salva así un nuevo escollo, si no real, sí de un alto contenido simbólico. Desde que anunciara su candidatura a la vicepresidencia del BCE, el antiguo ministro de Economía ha debido superar numerosos obstáculos. El 19 de febrero el Eurogrupo apoyó su nombramiento tras la retirada de última hora de Philip Lane, que había quedado sin opciones. El 27 de febrero, la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara dio el visto bueno a su candidatura con 27 votos a favor, 14 en contra y 13 abstenciones. El 7 de marzo el BCE emitió un comunicado en el que avalaba su idoneidad. Y tras el voto favorable del pleno del Parlamento Europeo de este martes, ya solo queda una última etapa sin aparentes complicaciones: obtener el respaldo de los jefes de Estado y de Gobierno, que se verán las caras la próxima semana en una cumbre en Bruselas.
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