El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha anunciado este martes que el país negocia un préstamo con el FMI para apaciguar su situación financiera. «Hace minutos hablé con Christine Lagarde y nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo», ha dicho Macri. El anuncio llega en medio un auténtico caos. El peso, la moneda nacional, se ha depreciado un 3% frente al dólar y continúa en caída libre. La Bolsa de Buenos Aires se ha llegado a hundir un 4,6%, aunque las caídas se han suavizado al cierre hasta el 3,8%. Las medidas adoptadas por el Gobierno no han conseguido recuperar la confianza de los inversores.
Aunque el Gobierno no ha informado del monto del préstamo, la agencia Bloomberg aseguró que Argentina solicitará una línea de crédito de 30.000 millones de dólares, según una fuente conocedora de la operación. De concretarse, sería la primera vez en 12 años que el país sudamericano pide un rescate al FMI. El organismo internacional ha confirmado el comienzo de las conversaciones.
«Esta decisión la tomé pensando en el mejor interés de todos los argentinos, no mintiéndoles, como tantas veces nos han hecho», ha dicho el mandatario argentino en un mensaje publicado en su página de Facebook. «Somos de los países del mundo que más necesitamos de la financiación internacional producto del enorme gasto público que heredamos».
Con el anuncio, Macri busca lanzar una señal que tranquilice de una vez a los inversores, que este martes volvieron a apostar con fuerza en contra de la moneda argentina. El dólar llegó a dispararse hasta los 22,9 pesos por unidad, según datos del Banco Nación, antes de retroceder hasta los 22,30 tras el discurso del presidente. En el mercado minorista -venta al público y casas de cambio- el dólar llegó a negociarse a 23,60 pesos, su máximo histórico, según el periódico económico Ámbito Financiero.
Argentina transita desde hace semanas por una compleja situación financiera. Con un déficit fiscal que en 2017 alcanzó el 3,9% del PIB, según datos del Ministerio de Hacienda, y una gran dependencia de la financiación exterior, cualquier movimiento brusco de su moneda puede poner en alerta al mercado de deuda.
Además, en el frente interno, la escalada del dólar se ha traducido en aumentos de precios generalizados que han recortado el poder de compra de los consumidores. En un contexto de alta inflación -en marzo alcanzó el 25,4% interanual- hay amplios sectores de la sociedad preocupados por que el Gobierno no pueda cumplir con su meta del 15% establecida para 2018.
De hecho, en el primer trimestre de 2018, los precios avanzaron un 6,7% por la fuerte subida de los servicios públicos impulsada por el propio Gobierno argentino. La subida de las tarifas de luz, agua y gas es uno de los pilares del plan económico de Macri para reducir los números rojos de las cuentas estatales heredadas del Gobierno de Cristina Kirchner. Este plan de ajuste ha sido tanto un foco de malestar social como un campo de batalla entre el macrismo y la oposición, que intenta sancionar una ley en el Congreso para moderar el aumento de tarifas.
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