Después de dos días de reunión el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) acordó mantener estables los tipos de interés en EE UU que se sitúan en el 1,5% y 1,75%. Es decir, pospone para próximas reuniones la subida de las tasas.
“La información recibida desde la pasada cita indica que el mercado de trabajo ha seguido fortaleciéndose y la actividad económica ha aumentado de manera moderada”, señala el comité en su comunicado. Mención especial fue la reservada a los salarios. Después de ejercicios en los que la inflación salarial ni estaba ni se la esperaba, en los últimos meses ha cobrado un especial protagonismo. Según lo señalado por los miembros del banco central estadounidense, los últimos datos divulgados ponen de manifiesto el incremento de los salarios ahora que la tasa de desempleo se sitúa en el 4,1%.
El comité apuntó que las bajas tasas de inflación dejan de ser una amenaza y esperan que para los próximos 12 meses se aproxime al objetivo del 2%. El FOMC eliminó la frase de monitorizar de cerca los precios, algo que es visto por los analistas como una señal de que las posturas más conservadoras en lo que a subida de tipos se refiere empiezan a desvanecerse.
A pesar de este avance sigue siendo una incógnita el hecho de cuántas veces subirán los tipos este año. En la primera reunión de la Fed con Jerome Powell como presidente la institución pospuso para 2019 el endurecimiento de la política monetaria, pero los últimos en las últimas semanas ha vuelto a cobrar protagonismo la posibilidad de un alza adicional de los tipos este año. Uno de los defensores de esta idea es el equipo de análisis de Macroyield que auguran incrementos del precio del dinero en junio, septiembre y diciembre.
La decisión de la Fed apenas se dejó sentir en los mercados. Los índices de referencia de la Bolsa estadounidense viraron, eso sí, a la baja tras publicarse el comunicado. El Dow Jones se dejó un 0,72%, el S&P 500 perdió un 0,85% y el Nasdaq, un 0,56%.
Por su parte, el mercado secundario de deuda, que en las últimas semanas se ha mostrado especialmente activo se mantuvo sin apenas cambios. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años continúa en el 2,9% después de que la semana pasada superara la barrera del 3% por primera vez desde 2014. Según Bloomberg parte de estas subidas no solo se debieron a las expectativas de subida de tipos sino también a la actitud de los especuladores. De acuerdo con los datos de la comisión de futuros las posiciones cortas neta sobre el bono a diez años aumentaron en 90.444 contratos en la semana del 24 de abril hasta alcanzar los 462.133, una cifra sin precedentes.
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