El Pleno del Senado ha rechazado hoy los cinco vetos a la totalidad del proyecto presupuestario de 2018 presentado por Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y EH Bildu, tras recibir los votos en contra, entre otros, del PP -que tiene mayoría absoluta- y PSOE. Las cuentas, que han sido defendidas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, continúan este martes su tramitación con el debate de los 56 vetos a las secciones ministeriales, que previsiblemente también serán rechazados con la mayoría absoluta del PP.
Durante la defensa de su veto, el senador de Podemos Ferran Martínez ha instado al nuevo Gobierno a dar «la vuelta» a la política del PP para reforzar el sistema de bienestar, modernizar la economía y «limpiar las instituciones de corrupción». Ha considerado que «no es aceptable» que los partidos den «bandazos cada semana», después de apuntar que el PSOE no ha presentado enmiendas para aprobar las cuentas del PP sin cambios, mientras que éste las registra, aunque sean sus propios Presupuestos.
Bernat Picornell, de ERC, ha denostado los presupuestos del PP porque no garantizan el Estado del bienestar, «asfixian» a las autonomías y ayuntamientos y «empobrecen a los desfavorecidos mientras enriquecen a los ricos», además de prever, según ha destacado, una inversión «nefasta» para Cataluña, que queda en el puesto 14 de todas las Comunidades en materia de inversiones. Más allá de las cuentas públicas de 2018, Picornell ha aprovechado para tender la mano al nuevo Gobierno del PSOE para «conformar nuevas mayorías» parlamentarias e impulsar la «agenda social», siempre promoviendo el diálogo y buscando «políticas descentralizadas».
El senador del PDeCAT Joan Bagué ha argumentado el veto de su formación a los Presupuestos por la falta de ejecución de las inversiones comprometidas para Cataluña, y ha recordado que sólo Adif no ha llevado a cabo ni el 50 % de la previsión de su presupuesto. «Año tras año, baja el índice de ejecución de forma alarmante», ha dicho, al tiempo que ha acusado al anterior Gobierno del PP de incumplir los objetivos de déficit de las Administraciones gestionadas por el Estado, frente al esfuerzo que hicieron comunidades autónomas y ayuntamientos.
«Unos presumen y otros hacen el trabajo. Un poco más de humildad y menos altanería se habría agradecido», ha ironizado. Jon Iñarritu, de EH Bildu, ha recriminado que el PSOE no pueda desarrollar nuevas medidas con las cuentas del PP «más allá de los gestos», y ha dicho que «por mucho que quieran mejorarlos en aspectos sociales, con estos presupuestos no es factible».
Ha afirmado que son «insolidarios y tienen un coste de 1.237 millones de euros vía cupo» y «son malos para la sociedad vasca», al tiempo que ha lamentado que se retiren partidas para el País Vaco como las vinculadas al servicio de empleo o a la innovación.
Por su parte, el senador de Compromís Carles Mulet ha negado unas cuentas elaboradas por un partido «podrido y condenado» y que son «ideológicas», y ha recordado que en su partido «no dejamos a nadie a la deriva» como se ha demostrado, tras acoger Valencia a más 600 refugiados abandonados a su suerte en el Mediterráneo.
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