La eliminación del tope máximo de las cotizaciones sociales supondría incrementar aproximadamente un 25% los costes laborales de los trabajadores que ahora ganan más de 45.000 euros anuales, que es el nivel salarial en el que está fijado hoy la base máxima de cotización (3.751 euros al mes).
Esta medida es una de las que quiere adoptar el Gobierno socialista para aumentar los ingresos de la Seguridad Social y supondría que los tipos de cotización por contingencias comunes (del 28,30%) que pagan empresarios y trabajadores se aplicarían también a la parte del salario que superase los 45.000 euros anuales, ahora exento de cotización.
La mayoría de este sobrecoste la pagarían los propios empresarios, ya que este tipo de cotización se reparte entre el 23,6% del salario del trabajador que el empresario ingresa en la Seguridad Social cada mes y el 4,70% de ese mismo salario que se detrae al trabajador, también para financiar el sistema de pensiones.
Según esto, los casi 4.500 millones de recaudación adicional para el sistema de pensiones que supondría eliminar los topes de las bases máximas de cotización correrían, en su mayoría, a cargo de los empresarios que abonarían a la Seguridad Social unos 3.735 millones de euros, mientras que los 765 millones restantes los pagarían los trabajadores.
Este incremento de los costes empresariales ha llevado a los líderes de las patronales CEOE y Cepyme a rechazar tajantemente la medida. Además, sugirieron que tendría consecuencias, como mínimo en el alza salarial de estos trabajadores, ya que dañaría la productividad y la competitividad a la que se han comprometido a ligar una parte del alza retributiva en el pacto alcanzado el lunes con los sindicatos. Es más, fuentes empresariales apuntan que el aumento de costes podría también propiciar ajustes de empleo.
Para conocer a cuántos trabajadores afectaría esta medida y cual, sería su rebaja salarial, así como cuánto costaría a los empresarios, se puede utilizar la Encuesta anual de estructura salarial, del Instituto Nacional de Estadística (INE) y cuyos últimos resultados completos corresponden a 2016. Según esta muestra habría más de 3,4 millones de trabajadores que cobran más de 45.000 euros brutos anuales, lo que equivale a alrededor del 19% de los ocupados de aquel ejercicio. Estos datos podrían variar en el presente, pero no de forma significativa, según los expertos.
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