La tasa interanual del IPC se ha elevado dos décimas en junio, hasta un 2,3%, debido al encarecimiento de los carburantes y la gasolina. Así lo ha adelantado hoy público el Instituto Nacional de Estadística. Según el organismo estadístico, que dará a conocer los datos definitivos el próximo 13 de julio, en este comportamiento «destaca la subida de los precios de los carburantes (gasoil y gasolina), frente a la bajada que experimentaron en 2017».
La inflación española no se situaba en un nivel tan alto desde abril del año pasado, cuando registró un 2,6%. Desde entonces se fue reduciendo hasta marcar una tasa en enero del 0,6%. En abril pasado se situó en el 1,1% y el mes pasado aumentó un punto, hasta el 2,1%. Hay que recordar que en mayo pasado el precio del petróleo rozó los 80 dólares por barril de Brent, máximos desde 2014, a raíz de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump rompiera el acuerdo nuclear con Irán. Ayer, justamente, el Banco de España daba a conocer un informe donde calculaba que el impacto del precio del crudo podría recortar dos décimas de punto de PIB anualmente los tres próximos ejercicios y aumentar la inflación 0,9 puntos porcentuales.
En cuanto a la variación interanual del indicador adelantado del IPCA (que se utiliza para comparar los precios con otros países de la Unión Europea), ha sido del 2,3%. Si este dato se confirma, la tasa anual del IPCA aumentaría dos décimas respecto al mes pasado. El INE también adelanta la variación intermensual (de junio sobre mayo) del IPC, que ha sido un aumento del 0,3%, mientras que el IPCA se ha incrementado un 0,2%.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el IPC puede volver a convertirse en una referencia para la evolución de las pensiones. El Pacto de Toledo ultima un acuerdo para subir las pensiones en función de este indicador cuando haya crecimiento económico.
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