El futuro de la primera ministra Theresa May vuelve a estar en entredicho tras la dimisión en menos de 24 horas de sus dos ministros estrella, Boris Johnson y David Davis, quienes no han querido respaldar los planes del Brexit blando anunciados por el Gobierno el pasado viernes. La marcha de ambos ministros, partidarios de una ruptura drástica con la Unión Europea, abre una gran brecha en el Gobierno británico y multitud de dudas sobre el futuro de la relación de Reino Unido con la UE.
La libra, que empezó ayer subiendo por la mañana frente a todas las divisas, acabó cerrando con una caída del 0,18% frente al euro, ya que los inversores creen que la marcha de Johnson y Davis significa que será más difícil llegar a un acuerdo de salida amistosa con la UE. «La marcha de Johnson ha sido un shock, especialmente después de pensar que había acuerdo en el Gobierno sobre el plan del Brexit», señala un inversor. «Las opciones de que alguien dispute el liderazgo a May son ahora mayores», añade.
La tormenta se desató después de que el pasado viernes May impusiera a su Gobierno una estrategia más conciliadora en las conversaciones con Bruselas, planteando que Reino Unido siga alineado con la unión aduanera y el mercado europeo de bienes industriales y productos agrícolas. Davis y Johnson creen que esta relación hará que Londres deba aceptar muchas de las normativas de Bruselas, impidiendo que el Parlamento británico recupere totalmente la soberanía compartida ahora con las instituciones europeas.
El mercado, que había acogido con tranquilidad la dimisión de Davis, empezó a ver con nervios la posibilidad de que la crisis interna en el Gobierno británico pueda llevar a una ofensiva de parte del Partido Conservador para derribar a May e instalar a alguien que busque un Brexit más radical. Algunos brexiteers aseguraron ayer que estaban dispuestos a retar a May en el Gobierno, aunque al cierre de esta edición nadie había presentado las 48 firmas necesarias para lanzar el órdago a la primera ministra y presentar una moción de confianza.
Para los británicos, el día comenzó ayer conociendo que alrededor de la media noche del domingo, David Davis, el negociador del Brexit, había dimitido. «La actual tendencia política y táctica hace cada vez menos probable el compromiso de dejar la unión aduanera y el mercado común» en paralelo con el Brexit. En su opinión, el Parlamento no podrá recobrar su plena soberanía, al tener que seguir las normas de la Unión Europea. La primera ministra intentó evitar la rebelión dentro del Gobierno y del Partido Conservador tras la dimisión de Davis nombrando como sustituto a otro abanderado del divorcio británico con la UE, Dominic Raab.
Sin embargo, pocas horas más tarde, Boris Johnson anunció su dimisión, dejando plantados a una docena de ministros de Exteriores de varios países de la zona de los Balcanes que habían llegado a Londres para celebrar una cumbre. «El sueño del Brexit está muriendo, seremos una colonia de la UE», aseguraba el ministro en su carta de despedida. Jeremy Hunt, actual ministro de Sanidad, relevará a Johnson en Exteriores. Theresa May, que acudió al Parlamento para dar explicaciones de lo que estaba ocurriendo, agradeció la labor realizada por los dos ministros en los dos últimos años y explicó que «no estamos de acuerdo en la mejor manera de conseguir el objetivo que compartimos». Johnson fue una de las piezas clave en el referéndum de junio de 2016, al apoyar en la campaña del plebiscito la ruptura con la UE.
Tras el triunfo del Brexit y la dimisión del entonces primer ministro David Cameron, el antiguo alcalde de Londres fue candidato a reemplazarle, pero abandonó la carrera al perder el apoyo de Michael Gove, otra de las figuras de la campaña por el Brexit. Esto dejó el camino libre a Theresa May, quien tras ocupar Downing Street nombró ministro de Exteriores a Johnson. La salida del Gobierno puede permitir a Johnson el volver a intentar un asalto a ese puesto. Se espera que, para contener la creciente rebelión en el ala más euroescéptica del Partido Conservador, May busque alguien de esta facción para reemplazar a Johnson. Sería una estrategia similar a la desplegada en el departamento encargado de negociar el Brexit.
Dominic Raab, actual secretario de Estado de Vivienda y Planificación, va a ocupar el puesto dejado por Davis. Raab, de 44 años, fue uno de los dirigentes que apoyó la campaña en favor del Brexit en el referéndum de 2016. En 2015 (con David Cameron como primer ministro) fue nombrado secretario en el Ministerio de Justicia. Pasó a su actual cargo, dependiente del Ministerio del Interior, el año pasado. La decisión de May de buscar un Brexit más blando se debe en buena parte a la presión de muchas empresas que habían amenazado con dejar de invertir en el país si aparecían barreras al comercio con la UE. Entre las compañías que levantaron la voz figuran Airbus, BMW, Honda y Jaguar Land Rover.
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