El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, intervino hoy por primera vez ante el Parlamento Europeo después de haber desvelado tras la última reunión de la institución el pasado 14 de junio cuál será la hoja de ruta para el término de las compras de deuda: su final definitivo en diciembre tras una reducción gradual en septiembre y una primera subida de tipos pasado el verano de 2019. Draghi no desveló nuevas decisiones, pero insistió en los dos puntos que últimamente aparecen con recurrencia en sus discursos. Por un lado, la mayor incertidumbre que supone el proteccionismo y por otro, la necesidad de avanzar en la unión bancaria, en un claro mensaje dirigido a los políticos europeos.
“Los riesgos a la baja están relacionados principalmente con la amenaza de un proteccionismo creciente. Una UE fuerte y unida puede ayudar a recoger todos los beneficios de la apertura económica mientras protege a sus ciudadanos de una globalización descontrolada”, ha expresado en su discurso inicial ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. “Dando ejemplo, la UE puede apoyar el multilateralismo y el comercio global, que han sido los cimientos del crecimiento de la prosperidad económica en las últimas siete décadas. Pero para conseguirlo fuera, la UE necesita instituciones fuertes y una gobernanza económica sólida en casa”, ha añadido.
La unidad ante la amenaza proteccionista también es reclamada por Draghi para avanzar en la unión bancaria. Los países de la zona euro alcanzaron importantes avances hacia la unión bancaria en la pasada cumbre europea, como establecer una red de seguridad de 50.000 millones de euros para el Fondo de Resolución Bancaria –que Draghi pidió sea operativo lo antes posible– y destacar la reducción de riesgos lograda por el sector bancario. Pero la creación de un fondo de garantía de depósitos europeo aún se resiste, en especial por la negativa alemana. “No deberíamos frenarnos por la distinción entre reducir el riesgo y compartirlo”, afirmó Draghi, que insistió en que la mutualización de los riesgos contribuye a su disminución.
En el frente económico, y pese a las amenazas del proteccionismo, Draghi ha defendido la posición de solidez de la economía de la zona euro. “Mientras que las incertidumbres relacionadas con factores globales, incluyendo la amenaza de un mayor proteccionismo, se han hecho más prominentes, los riesgos que rodean a la perspectiva de crecimiento de la eurozona siguen en general equilibrados”, dijo Draghi en su comparecencia trimestral ante la comisión de Economía de la Eurocámara. El presidente del BCE añadió que la institución “seguirá vigilando de cerca los desarrollos” en este sentido.
Draghi recordó que las últimas previsiones macroeconómicas de la institución encargada de la política monetaria europea prevén un crecimiento en el área de la moneda única del 2,1% en 2018, que se moderará hasta el 1,9% en 2019 y el 1,7% en 2020.
El presidente del BCE insistió también en el mantra ya habitual en sus comparecencias, al recordar la necesidad de “ser paciente, persistente y prudente” en materia de política monetaria. Así, aunque se mostró de nuevo confiado en alcanzar el objetivo de aproximar la inflación de la zona euro al 2%, recordó que el alza de precios debe ser sostenible y generalizada en el conjunto de la zona euro.
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