La deuda del Estado marcó en junio su máximo histórico con 1.019.337 millones de euros, tras aumentar en 9.997 millones con respecto a mayo, cuando alcanzó 1.009.340 millones de euros. Con respecto a junio de 2017, la deuda estatal ha aumentado en 43.055 millones, un 4,4%, según los datos actualizados hoy por el Banco de España. En lo que va de año el endeudamiento ha crecido en 22.856 millones, un 2,3% respecto a diciembre de 2017.
La mayor parte de la deuda, 881.917 millones de euros, se concentra en valores a largo plazo, que incluyen las letras del Tesoro emitidas a más de un año. El resto se reparte entre deuda a corto plazo (69.376 millones) y otros instrumentos (68.044 millones). Por otra parte, el Banco de España ha publicado también la balanza por cuenta corriente que alcanzó un déficit acumulado de 400 millones de euros hasta mayo, frente al superávit de 3.700 millones de euros registrado en el mismo periodo del año pasado.
Esta evolución está marcada por el descenso del superávit de los bienes y servicios, así como por el incremento del déficit de las rentas primaria y secundaria. En el caso de los bienes y servicios, en los cinco primeros meses del año el superávit alcanzó los 6.700, frente a los 9.900 millones del año pasado, es decir, 3.200 millones menos. Dentro de los bienes y servicios, el turismo y los viajes tuvieron un impacto positivo, ya que sumaron 13.400 millones de euros, 300 millones por encima de la cifra del año pasado, cuando era de 13.100 millones.
Las rentas primaria y secundaria (rentas del trabajo, de la inversión, impuestos, cotizaciones, prestaciones sociales y trasferencias corrientes) registraron un déficit de 7.100 millones de euros, 1.000 millones más que en el mismo periodo del año anterior. En total, el déficit por cuenta corriente sumado al saldo positivo de la cuenta de capital (800 millones) arrojó un superávit de 400 millones, frente a los 4.400 millones de euros acumulados entre enero y mayo de 2017.
En términos acumulados de doce meses, la economía española registró en mayo de 2018 una capacidad de financiación por importe de 20.500 millones de euros, comparados con los 24.600 millones acumulados en 2017. El saldo neto de la cuenta financiera -excluyendo el Banco de España- hasta mayo fue de 14.900 millones de euros, impulsado por la inversión en cartera, que fue de 15.700 millones, frente a los 31.100 millones del año anterior.
También influyeron en positivo otras inversiones (que agrupa préstamos, repos y depósitos) con un total de 12.900 millones (300 más que en el mismo periodo de 2017); y los derivados financieros, que sumaron 400 millones (frente el déficit de 2.000 millones del año anterior). Por lo que respecta a la inversión directa en España se contabilizó un déficit de 14.100 millones frente al superávit de 2.500 millones en el acumulado hasta mayo de 2017. La posición neta del Banco de España frente al exterior disminuyó su déficit hasta mayo hasta los 12.100 millones, frente a los 42.400 millones del año pasado.
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