El Fisco se está inspirando en País Vasco y Navarra, que tienen un tipo mínimo desde 2013, en la reforma del Impuesto de Sociedades para imponer una tributación de al menos el 15%. El Ministerio de Hacienda se está inspirando en las normas fiscales de País Vasco y Navarra para la reforma del Impuesto sobre Sociedades que prepara con el fin de imponer un tipo mínimo del 15%. Según ha podido saber este diario, el Fisco contempla basarse en las normas forales de Guipúzcoa, Vizcaya y Álava que, junto con la de Navarra, tienen en vigor un tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades desde 2013 y han solventado las dificultades que se prevén la tarea, según han señalado los expertos desde que la ministra, María Jesús Montero, anunciara que prevé imponer este tipo mínimo.
La ministra sólo ha explicado que su «interés es que haya un tipo mínimo a partir del cual no se puedan aplicar deducciones añadidas». Ese tipo será del 15%, concretó. Según Montero, «sobre todo en las grandes empresas, no se adecua el tipo teórico al real que sale después de practicar toda una arquitectura de deducciones de gran complejidad».
Es decir, Montero no se ha pronunciado en cuanto a sobre qué operará el tipo mínimo, cuando el programa del PSOE y una proposición no de ley de Podemos que apoyaron los socialistas prevén que sea sobre el resultado contable, lo que ha alarmado a las empresas.
Pues bien, las normas forales imponen un mínimo sobre la base liquidable, lo que supone un escenario mucho más asumible para las empresas, según las fuentes consultadas. En concreto, sobre la base liquidable se aplica este mínimo, que en las normas forales es del 18% para grandes empresas; del 16% para medianas, y del 13% para pequeñas. En suma, quienes estén por debajo de estos porcentajes, no podrán aplicarse deducciones, salvo que se establezcan excepciones. En la norma navarra, estas salvedades son a la I+D+i y a las producciones cinematográficas. Quienes se apliquen estas deducciones, sí que podrán quedar por debajo de los límites.
Sin embargo, muchas empresas residentes en los territorios forales ni siquiera se aplican el tipo mínimo porque opera otro límite que existe tanto en las normas forales como en la estatal, y tributan por encima. Se trata del límite conjunto que se aplica a las deducciones por incentivos en la cuota del Impuesto sobre Sociedades, del 25%.Según Montero, las grandes empresas tributan a un tipo medio del 12%, pero aludía al tipo efectivo de las empresas llamadas no grupo (ver gráfico adjunto), cuando el que suele dar Hacienda es el de los grupos consolidados, en su mayoría, grandes empresas, que es del 7,8% y llegó a estar en 2011 en el 3,8%. Esto, sobre resultado contable, porque, como recuerda CEOE, el tipo efectivo sobre base imponible es mucho más alto, del 19,8% en los grupos. Y en el caso de las multinacionales, aún más si se cuenta el resultado contable mundial, que en el Ibex ha sido en el primer trimestre del 26,5%. La cuota líquida positiva de los grupos es de 6.295 millones para un tipo del 7,8%, con lo que un tipo del 15% supondría un alza de más de 6.000 millones. En este modelo se pueden producir dobles imposiciones que infringirían los Convenios que España ha firmado con decenas de países. La exención a plusvalías y dividendos supone más de 10.000 millones al año. Un marco como el foral reduciría estos riesgos.
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