Un 6,7% más que en el mismo periodo del año anterior, lo que arroja unos ingresos acumulados de 117.694 millones de euros en el año, un alza del 4,5%. Un aumento que se ha visto especialmente motivado por el mayor volumen de declaraciones de la renta con resultado a pagar a Hacienda, que aportan unos recursos que compensan con creces el estancamiento en el ritmo de cobro del impuesto de sociedades y el efecto negativo del nuevo sistema automatizado del IVA.
“Hasta julio la principal fuente de crecimiento de los ingresos tributarios fue el IRPF”, detalla la Agencia Tributaria en el informe de recaudación publicado este miércoles. De un lado, destaca el organismo, el incremento refleja un “aumento del empleo y la recuperación del salario medio”, lo que eleva el tipo medio efectivo de retención.
“La novedad en julio la constituyeron los resultados positivos de la declaración anual” de la renta, matiza, sin embargo, el documento, destacando que la campaña recién concluida deja un mayor volumen de ingresos a favor del Estado que en 2017. En concreto, los recursos para la Agencia Tributaria crecieron un 12,2% hasta sumar 6.663 millones de euros. Un importante aumento frente al mantenimiento de las devoluciones, que apenas suben un 0,4% (8.354 millones), que permite mejorar las cifras del ejercicio anterior. Aunque el neto entre ambas variables sea negativo para el Estado, hay que tener en cuenta que siete de cada 10 declaraciones salen a devolver y que el grueso de los ingresos procede de las retenciones mensuales que van realizando las empresas.
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