Las subidas de impuestos que contempla Hacienda suponen un total de 4.000 millones de euros. Ésta es la propuesta que ha planteado el Gobierno a Podemos hasta la fecha. Se trata de un alza del Impuesto sobre Sociedades y del diésel, y de la creación de un impuesto a las transacciones financieras y de una tasa Google, según fuentes de la negociación.
A esta batería de alzas fiscales se sumarían los 6.000 millones que supone la nueva senda de estabilidad que negoció la ministra de Economía, Nadia Calviño, con Bruselas y que el Congreso tumbó en julio. Si la reforma de la Ley de Estabilidad para que Senado pierda su veto que promueven el PSOE y sus socios no puede tramitarse a tiempo, Calviño ya ha advertido de que esta cuantía se habilitaría con más alzas fiscales. Es decir, que los incrementos impositivos podrían alcanzar los 10.000 millones de euros.
Una subida que ya habría arrancado Podemos al Fisco es la de cuatro puntos del marginal máximo del IRPF a rentas de más de 150.000 euros, lo que podría elevar este tipo al 52% en Cataluña o Andalucía, y que supondría unos 400 millones, según cálculos del PSOE. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, admitió que contempla este incremento, que podría acompañarse de un alza de las rentas del ahorro para plusvalías desde 50.000 euros de rentas conjuntas de más de 150.000 euros. El aumento de las rentas el capital puede suponer 1.500 millones.
De entrada, Podemos pedía que subiera el IRPF para rentas desde 60.000 euros, que su secretario de Organización, Pablo Echenique, suavizó a 120.000 euros y su líder, Pablo Iglesias, ha situado en 140.000 euros. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha planteado en el Senado que España debe acercarse a la presión fiscal media de la Unión Europea, lo que supondría elevarla del 38% al 46% del PIB, e implicaría recaudar 80.000 millones más, pero matizó que no busca hacerlo de golpe en esta legislatura.
Los 4.000 millones que Hacienda ha puesto sobre la mesa son insuficientes a ojos de Podemos. Desde la formación morada consideran que pueden plantearse subidas impositivas por más de 26.000 millones sin que sean confiscatorias ni afecten a la clase media y trabajadora, la línea roja que dice marcar el Gobierno.
De hecho, Iglesias no renuncia a que se cree un impuesto específico a la banca, que el Gobierno ha descartado en favor de un impuesto a las transacciones financieras. Sánchez se ha centrado en la tasa Tobin, aunque la propuesta de Hacienda a Podemos se limita a un gravamen del 0,1% para recaudar unos 1.000 millones. Los morados insisten en que no escapen los derivados, las operaciones especulativas.
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