La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció el miércoles que suprimirá de manera inmediata el impuesto sobre la producción eléctrica para reducir el precio de la factura para los consumidores. Este tributo grava la producción de electricidad con un tipo del 7%, que acaba recayendo sobre los consumidores a través del precio que abonan en su factura de la luz. El ministerio anulará temporalmente esta figura tributaria, que resulta muy rentable para el Estado.
La Agencia Tributaria recauda cada año más de 1.500 millones de euros con este tributo. En concreto, en 2017 consiguió 1.510 millones de euros, según el último ‘Informe de recaudación tributaria’ de la AEAT. El techo de ingresos lo alcanzó en el año 2015, cuando se recaudaron 1.605 millones. Esto significa que el Gobierno estará renunciando a un tributo que es incluso más rentable que el impuesto a la banca que el Gobierno de Pedro Sánchez anunció al inicio de su mandato y del que ahora reniega.
Según las estimaciones del PSOE, el potencial recaudatorio de un impuesto a la banca cuya base imponible fuese la misma que el impuesto sobre sociedades ascendería a 1.000 millones de euros al año. Cifra que está claramente por debajo de la recaudación del impuesto sobre el valor de la producción eléctrica. La fuerte subida experimentada por el precio de la luz en las últimas semanas apunta a que la recaudación este año superará ya las cifras de 2017. Sin embargo, si el Gobierno anula temporalmente este impuesto, los ingresos no alcanzarán las cifras del año pasado al cierre del ejercicio. Según las estimaciones del Ministerio de Hacienda, el Estado dejará de recaudar en torno a 1.000 millones de euros con este tributo.
El impuesto sobre la producción eléctrica se introdujo en el año 2012 por el Gobierno del Partido Popular y comenzó a aplicarse en 2013. El Ejecutivo vendió que el objetivo del tributo era medioambiental, pero la realidad es que solo buscaba reducir el enorme agujero del déficit de tarifa heredado del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El tributo grava también la producción de las energías renovables, por lo que la muletilla de ‘impuesto medioambiental’ es mera retórica. En estos cinco años y medio, el Estado ha recaudado más de 8.000 millones de euros, una cuantía próxima al 1% del PIB.
Según los cálculos del PP, que también ha pedido la supresión de este impuesto, el precio de la luz podría reducirse un 3,5% si se aplica esta medida. Eso sí, para conseguir esta bajada de la factura de la luz, es necesario que el precio de la energía frene su escalada de las últimas semanas, ya que, de lo contrario, la reducción del impuesto servirá solo para amortiguar el incremento de los precios en el mercado.
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