“Los autónomos no somos un cajero automático a disposición de la administración cuando necesita dinero”, ha clamado este jueves Lorenzo Amor, presidente de la federación del colectivo ATA, advirtiendo al Gobierno que “No es omento de subir impuestos”.
“Estamos en una desaceleración económica y del crecimiento del empleo. No es momento. No digo que los bajen, pero que no los toquen”, ha expuesto en un encuentro ante la prensa para valorar el tratamiento fiscal del colectivo de autónomos.
La situación actual para los más de tres millones de trabajadores por cuenta propia es crítica, según el presidente de ATA, porque solo la subida del precio de la energía y de los carburantes en lo que va de año les ha supuesto un sobrecoste de 1.000 a 1.200 euros por persona. Si a esta ecuación se le añade un incremento del gravamen del diésel (que usa el 70% del colectivo), estima, los autónomos perderán entre 130 y 200 euros más al mes, unos 1.500 a 2.000 euros más al año.
Amor ha expuesto que su federación “valora” el esfuerzo del Gobierno al anunciar que suspenderá el impuesto de generación eléctrica del 7%, pero ha manifestado que “eso es una limosna para lo que significa la factura de la luz que pagan autónomos empresas y muchas familias”. La electricidad, ha dicho, “es un bien de primera necesidad y hay que aplicarle el IVA superreducido.
Más allá, ATA reclama que la subida del gravamen del diésel anunciada por el Ejecutivo debería dejar exentos no solo a los profesionales del transporte, sino a todos los colectivos que pueden deducirse el carburante del IRPF, lo que incluye a autoescuelas, agricultores que utilizan maquinaria pesada o agentes comerciales.
“Si no se toman medidas con la luz, rebajando el IVA como bien de primera necesidad y no se deja fuera a los autónomos de la subida del diésel, más del 50% de autónomos va a pagar por diésel y luz tanto como lo que pagan en cotizaciones a la Seguridad Social”, ha ilustrado.
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