La reunión entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros grandes productores, celebrada este fin de semana en Argel, concluyó este domingo sin acuerdo para aumentar la cota de producción, a pesar de que Donald Trump ha estado pidiendo al cártel que haga lo necesario para que bajen los precios.
La cumbre se celebró bajo presión por unas declaraciones del presidente de Estados Unidos realizadas el pasado jueves en Twitter diciendo que «protegemos a los países de Oriente Próximo, no estarían seguros mucho tiempo sin nosotros. ¡Y, sin embargo, siguen empujando hacia unos precios del petróleo cada vez más altos! Lo recordaremos. ¡El monopolio OPEP debe hacer bajar los precios ahora!».
El ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid Al-Falih, indicó que «no hubo acuerdo sobre elevar la producción y un precio de 80 dólares por barril es mejor tanto para productores como para consumidores». También dijo que la OPEP estaba satisfecha con la situación actual del mercado de petróleo, por el equilibrio generalizado que hay entre la oferta y la demanda.
La decisión no sorprendió a los participantes de los mercados debido a que la OPEP y Rusia han estado limitando su producción desde enero del 2017 con la intención de incrementar los precios. Los precios del crudo han aumentado recientemente debido en gran medida a las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán y los temores de suministro que pueda conllevar. Falih señaló que Arabia Saudí tenía capacidad para aumentar su producción, pero que de momento no era necesario. «No conozco ningún refinador del mundo que esté buscando petróleo y no pueda conseguirlo», señaló.
Por su parte, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, dijo que no era necesario elevar la producción de forma inmediata, aunque la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y las sanciones de Estados Unidos contra Irán, estaban creando nuevos retos para los mercados del petróleo.
Estos dos factores de riesgo son los que determinarán la evolución de los precios del petróleo durante los próximos meses. El precio del crudo West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos, reaccionó este lunes al alza tras conocerse la decisión de la OPEP con una subida del 1,84% hasta los 72,08 dólares, mientras que el crudo tipo Brent se revalorizó un 3,5% y superó la barrera de los 80 dólares, situándose en su nivel más alto desde noviembre de 2014.
La tendencia del crudo WTI es claramente alcista. Desde julio del año pasado se ha revalorizado un 77% desde los mínimos de 2017 a los máximos de este año, establecidos a principios de julio en torno a los 73 dólares. Al alcanzar este nivel de precios se produjo una corrección hasta el soporte situado en los 64 dólares, y a continuación empezó a cotizar en un rango lateral comprendido entre este nivel y los 70 dólares.
Con la ruptura de la parte alta del lateral se activa la tendencia alcista de más corto plazo y queda el camino despejado hasta el máximo anual de junio. Si supera este nivel reafirmará la tendencia alcista de fondo y podría continuar subiendo hasta la siguiente resistencia, ubicada en los 75 dólares por barril, una cota de precios no vista durante los últimos tres años.
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