Si bien advierte de un «fuerte desplome» del gasto de los consumidores, de los signos de «agotamiento» en la creación de empleo y de que es «muy arriesgado» una política fiscal expansiva, por lo que ve necesaria una subida de los salarios para mantener el ritmo de consumo privado.
A pesar de estas advertencias, la agencia de rating mantiene en su último boletín mensual ‘Focus’ su previsión de crecimiento sobre la economía española en el 2,7% para este año y el 2,4% para el próximo año, lo que supondrá la creación de alrededor de 800.000 puestos de trabajo. No obstante, consta que la desaceleración es «un hecho», fundamentalmente debido al menor crecimiento en Europa, la subida del precio del petróleo y la menor llegada de turistas por abaratamiento de costes de nuestros competidores en el Mediterráneo.
Aunque de momento la desaceleración sigue siendo «gradual», explica que la principal señal de alarma la ha dado el empleo, ya que, tras más de medio millón de puestos de trabajo creados al año de media desde 2014 y una tasa de paro que ha caído del 26,9% en 2013 al 15,3% en el segundo trimestre de este año, la capacidad de la economía española para seguir creando empleo a este ritmo «comienza a mostrar signos de agotamiento».
Según Axesor, si los datos de afiliaciones a la Seguridad Social vuelven a ser malos, se confirmaría la «mayor debilidad de la economía y, en un contexto de menor crecimiento del empleo, para mantener el consumo privado cree se haría necesaria una subida de salarios. «En la medida en que la reducción del paro y la estrechez de algunos segmentos del mercado más cualificados permitan subidas salariales, dichas subidas alentarían el consumo. Si la velocidad de las subidas salariales es menos favorable, la desaceleración del consumo de las familias puede consolidarse en los próximos trimestres», señala.
Las previsiones de la agencia de rating apuntan a un alza del empleo del 2,4% este año y del 1,7% el próximo, lo que situará la tasa de paro en el 15,2% este ejercicio y en el 13,2% el siguiente. Además, vaticina una «fuerte ralentización» del ritmo de avance del gasto de las familias del 1,1%, año que coincidirá con una política monetaria menos expansiva y un entorno europeo e internacional «lleno de riesgos»: la deriva proteccionista, las turbulencias recientes en determinados países emergentes, burbujas en algunos mercados financieros, el Brexit o el auge del populismo en algunos países europeos.
Por ello, ve «muy arriesgado» abordar una política fiscal expansiva, y enfatiza que en los próximos trimestres es «crucial» que la política fiscal ayude a la política monetaria, de forma que se evite cualquier señal distinta de la disciplina fiscal y el cumplimiento de los compromisos adquiridos con Bruselas. Con la economía desacelerándose, el déficit estructural más alto de la Unión Europea, deuda pública en torno al 100% del PIB y con la necesidad de emitir el próximo año deuda pública por el equivalente al 20% del PIB en un entorno de mayor inestabilidad financiera internacional, cree que la puesta en marcha de una política fiscal expansiva elevaría el déficit estructural.
No obstante, cree también que éste podría retroceder en 2019 si no hubiese acuerdo para aprobar un nuevo presupuesto y el nuevo Gobierno decidiese prorrogar el actual. En este sentido, Axesor destaca «un mayor avance del consumo público, ligeramente superior al 1,6% de 2017 (2,4% previsto para 2018 y 3,2% para 2019), facilitado por el fuerte ajuste del déficit en los últimos años y por un considerable incremento en la recaudación de una economía que consolidó en 2017 tres años consecutivos de crecimiento por encima del 3%».
De igual forma, se refiere a la «complacencia» y la «ausencia de reformas» en una economía «necesitada de ellas», y apunta que el Gobierno, en minoría histórica en el Congreso tendrá una «enorme dificultad» en implementar.
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