El Consejo General de Economistas ha advertido que la amenaza es real pero que la cura preventiva es que el Gobierno español mantenga el equilibrio de las cuentas públicas. La preocupación en torno a Italia surgió ya en las elecciones de la pasada primavera, que han dado lugar a un Ejecutivo en delicado equilibrio formado por el populista Movimiento Cinco Estrellas y la conservadora Liga. Las dudas se han multiplicado después de que la pasada semana Italia anunciara que elevará su déficit del 1,6% hasta el límite del 2,4% en 2019 para sufragar un mayor gasto social, incluyendo una renta mínima de 780 euros que costará 10.000 millones de euros a las arcas públicas.
“No es descartable efecto contagio”, ha alertado este martes el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, Antonio Pedraza, aseverando que España debe hacer todo lo posible por diferenciarse de Italia.
“No podemos desviarnos de nuestros objetivos de déficit y controlar la deuda pública”, ha concretado, especificando que el Gobierno debe aprovechar la oportunidad que le brinda Europa de elevar la senda fiscal de este año al 2,7%, frente al 2,2% previsto por el Ejecutivo anterior, pero no debe pasarse.
El Gabinete de Sánchez, ha sostenido Pedraza, se juega su “credibilidad” en este punto, si bien el Banco de España ya ha expuesto que la desaceleración del crecimiento del PIB amenaza con elevar el déficit al 2,8% al cierre del año, lo que complica incluso el nuevo objetivo del Gobierno, que por otra parte aún no ha conseguido aprobar la nueva senda fiscal y oficialmente sigue atado al 2,2%
En cuanto a la deuda pública, Pedraza ha admitido que el endeudamiento italiano supera el 150% del PIB mientras que el de España se mantiene en senda descendente en torno al 98%, a una diferencia “abismal” pero que puede verse en riesgo por el alza de gasto social anunciada por el Gobierno de Pedro Sánchez para 2019.
Por ese motivo, el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha urgido al Ejecutivo a aclarar definitivamente el detalle, y el alcance, del nuevo paquete de impuestos que ultima para 2019 y con el que debe de garantizarse que el incremento del gasto es compatible con la senda fiscal y la reducción de la deuda pública.
La tesis, admite Pedraza, “se contradice” con el anuncio del aumento del 1,3% del techo de gasto y el 1,4% del gasto social, pero todo dependerá del incremento fiscal que el Gobierno logre sacar adelante desde su minoría parlamentaria. Garantizar el equilibrio de ingresos y gastos, sin embargo, “es una de las claves para distinguirnos de Italia”, subrayan desde el Consejo de Economistas.
En paralelo, el organismo que preside Pich mantiene la previsión de crecimiento económica de España en el 2,5% del PIB, al que lo rebajó desde el 2,6% antes de verano. Los economistas dan por sentado que no hará falta revisarlo de nuevo a la baja porque ya es suficientemente “conservador”, y se sitúa por debajo de. 2,7% del Gobierno.
Aunque constata la desaceleración de la economía, Pich advierte que no hay que caer en lecturas “pesimistas” y considera que la cifra sigue siendo contundente. Desde el Consejo de Economistas remachan que las previsiones de crecimiento de Europa también se han ido rebajando hasta el entorno del 2%, con lo que una subida del 2,5% la supera con creces y permite además seguir creando empleo siempre que se crezca por encima del 1,5% estiman.
La clave para que la previsión se mantenga es que el ritmo de crecimiento trimestral no decaiga del 0,6% al que se han cerrado los dos últimos. En este sentido, el presidente de la Autoridad Fiscal Independiente (la Airef), José Luis Escrivá, ha destacado esta mañana en su Twitter que el alza de la inflación promete reforzar el crecimiento del PIB trimestral al 0,68% frente al 0,63% previsto.
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