El Consejo de Ministros aprobó el viernes un paquete de medidas urgentes dirigidas a garantizar el suministro energético de los hogares más humildes y de contener la imparable alza de la luz de los últimos meses que vienen afrontando todos los consumidores. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseveró que solo las medidas fiscales aprobadas supondrán un ahorro medio del 4% en la factura eléctrica de los hogares. Las organizaciones de consumidores y autónomos celebran el plan, pero reclaman bajar el gravamen de la luz del tipo general de IVA del 21% al tipo superreducido del 4%, lo que arrojaría una rebaja mucho mayor: del 14,11%.
De momento, además de medidas sociales, el Ejecutivo puso en marcha dos medidas fiscales: la suspensión durante seis meses del impuesto de generación eléctrica, del 7%, y la desactivación del denominado céntimo verde. El recibo eléctrico medio ascendió en septiembre a 83,55 euros, la tercera cifra más alta de la historia. Dando por buenos los cálculos del Gobierno, la modificación de estos dos impuestos supondrá rebajar el coste a los 80,2 euros, 3,3 euros menos.
En cambio, aplicar un IVA superreducido sobre el coste de la luz en lugar de las medidas fiscales impulsadas por el Gobierno reduciría el coste mensual en casi 12 euros, hasta los 71,76 euros. La organización de consumidores Facua reclamó al Ejecutivo la última semana que “emprenda medidas realmente eficaces para abaratar el recibo y no vuelva a poner parches similares a los que han visto los usuarios legislatura tras legislatura”. Una de las “principales reivindicaciones” hechas al Gobierno por esta asociación es precisamente “la bajada del IVA de la luz al 4%”.
No son los únicos. La asociación de autónomos ATA advertía hace unas semanas que el incremento del precio eléctrico está siendo una soga al cuello del colectivo que, junto al alza de los carburantes, ya ha costado de 1.000 a 1.200 euros a cada trabajador por cuenta propia en lo que va de año. Para su presidente, Lorenzo Amor, suprimir el impuesto de generación “es una limosna para lo que significa la factura de la luz que pagan autónomos, empresas y familias”. La electricidad, reclama, “es un bien de primera necesidad y hay que aplicarle el IVA superreducido”.
Las reivindicaciones en este sentido crecen al mismo ritmo que se alza el precio de los recibos mensuales que afrontan los consumidores. La factura ha subido en casi 10 euros en lo que va de año. La escalada se ha visto impulsada especialmente al multiplicarse por cuatro el coste de los derechos de emisión del CO2.
Sin embargo, el fenómeno es persistente. Desde el inicio de la crisis, el precio del recibo mensual de la luz se ha encarecido un 51% frente a los 50,2 euros que se abonaban en 2008. El alza acumulada en los últimos 15 años, desde los 43,47 euros de 2003, ha sido del 92%.
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