Los 1.200 millones de euros que la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, dice poder recaudar con el impuesto del 3% sobre determinados servicios digitales supera en más de tres veces las previsiones de recaudación más optimistas de la Comisión Europea para esta figura impositiva. Se trata de un impuesto planteado por la Comisión Europea que trata de gravar ciertos ingresos de las multinacionales de la economía digital, como Google y Facebook. La idea es aplicarlo a las empresas con más de 750 millones de euros en ventas globales, de las que al menos 50 millones correspondan a países de la Unión Europea.
Pero según el análisis de impacto que elaboró el Ejecutivo comunitario cuando presentó su propuesta para la Unión Europea, los 28 recaudarían 4.800 millones de euros al año si aplicasen ese impuesto. Por eso las cifras relativas a esta figura tributaria que incluyó el Gobierno en el borrador de plan presupuestario remitido a Bruselas no cuadran en absoluto. Los 1.200 millones de euros en los que confía Montero equivaldrían al 25% de todo lo que la Comisión Europea espera que un impuesto de este tipo recaude en toda la UE, cuando el PIB español representa solo el 7,5% del total.
Si se tiene en cuenta ese baremo, la cifra de recaudación en España se quedará en 360 millones de euros al año, 3,3 veces menos de lo que estima el Gobierno. Y eso que los 4.800 millones de euros es la hipótesis más optimista de la Comisión. El análisis de impacto que acompaña la propuesta de impuesto del Ejecutivo comunitario afirma que esa cifra se corresponde con la recaudación bruta. A ella habría que restar eventuales deducciones que se podrían aplicar las multinacionales.
Según la aproximación realizada por Bruselas, la cifra bruta de 4.800 millones de euros para los 28 quedaría, al pasarla a neto, en 3.600 millones. Con esta última cifra de recaudación, a España le corresponderían 270 millones de euros, 4,4 veces menos que las previsiones de Hacienda. Básicamente, el Ejecutivo comunitario contempla 1.600 millones de euros de recaudación a nivel Unión Europea por cada punto porcentual del impuesto. El predecesor de Montero en el cargo, Cristóbal Montoro, planteó a comienzos de año su propia versión de la ‘tasa Google’, pero con un tipo del 5%. Su previsión era recaudar 600 millones este año y 1. 500 millones el que viene.
A pesar de que eso son dos puntos más del 3% recomendado por la UE, esas estimaciones ya se consideraban optimistas. En primer lugar, porque toma la referencia de recaudación bruta del impuesto y en segundo, porque se trata de una aplicación unilateral por parte de un país, no una implementación conjunta a 28. Yendo por libre hay más riesgo de que las multinacionales desplieguen mecanismos de planificación fiscal agresiva junto con otras filiales en la UE para reducir su factura fiscal que si todos los países comunitarios desarrollan a la vez la medida.
Fuentes de Hacienda matizan que se trata de «una figura tributaria de nueva creación» y mantienen que «las cifras de ingresos globales del Plan Presupuestario son realistas». Añaden que «es necesario esperar a su aprobación para ver cuál es su articulación en detalle y hacer un seguimiento de su evolución».
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