España ha caído al puesto 26 del ranking de competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF por su sigla en inglés), lo que representa la pérdida de una posición respecto a la edición anterior en esta clasificación, que compara un total de 140 economías y que en 2018 vuelve a liderar EEUU por delante de Singapur y Alemania. A pesar de este retroceso en el índice, España se sitúa por delante de países como China (28), Italia (31) o Portugal (34) e inmediatamente después de Malasia (25) e Islandia (24).
El índice, que tiene en cuenta «doce pilares de competitividad» a través de la combinación de 98 indicadores procedentes de instituciones internacionales y encuestas del propio Foro Económico Mundial, destaca en el caso de España la aportación del capital humano, las infraestructuras y la estabilidad macroeconómica. De hecho, España logra las mejores puntuaciones en salud, apartado en el que lidera el índice a nivel mundial, mientras ocupa la décima posición en el apartado de infraestructuras.
«Aunque el crecimiento de la economía global ha sido robusto durante los dos últimos años, sigue siendo frágil en un contexto económico y político cambiante», ha advertido Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.
En sus recomendaciones, el Foro señala que todas las economías deben invertir en medidas para ganar competitividad hoy y mejorar sus ingresos en el futuro, ya que mejorar los fundamentales de la competitividad en el presente contribuirá a mejorar la resiliencia de cara a potenciales turbulencias. No obstante, los autores del informe subrayan que «aunque la apertura es buena para el crecimiento, los gobiernos deben apoyar a aquellos que salen perdiendo con la globalización».
Powered by WPeMatico