Y no es algo nuevo. Los países de la zona euro destinan de media entre el 12% y el 14% de su renta al ahorro. En España, esa tasa casi siempre ha estado por debajo del 12% y ahora está en el 5%, el nivel más bajo de la historia. Durante los años más duros de la crisis económica los españoles tuvieron que apretarse el cinturón, concentrarse en el consumo e incluso sacar dinero de la hucha para afrontar algunos gastos. Pero, ahora, después de varios años de recuperación, ¿por qué los niveles de ahorro siguen cayendo?
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene una explicación. El regulador de los mercados financieros considera que ese nivel mínimo de ahorro tiene que ver con la desigualdad. «Los tramos más altos de rentas sí que están ahorrando más, pero hay un colectivo muy grande de familias, con ingresos bajos y estancados, que no pueden permitirse ahorrar», explican fuentes del supervisor.
La CNMV ha publicado hoy un estudio que analiza en profundidad las decisiones de ahorro e inversión de los hogares españoles. La poca predisposición al ahorro estaba perfectamente documentada, pero los mínimos que ha registrado la tasa de ahorro es algo que está sorprendiendo a muchos economistas.
«Creemos que hay evidencias de que la evolución de la distribución de la renta disponible es clave para explicar lo que está pasando», apuntan desde la CNMV. «Hay una parte de la población con un nivel de renta muy reducida y que no tienen ninguna capacidad de ahorro».
Ese bajo nivel de ahorro y la predisposición a destinarlo a la compra de vivienda tienen importantes consecuencias sobre la economía. «El dinero va al sector inmobiliario, que aporta menor valor añadido al país. Además, el alto porcentaje de vivienda en propiedad desincentiva la movilidad laboral. Creemos que todos estos factores tienen un importante impacto sobre el Producto Interior Bruto», reflexiona uno de los responsables del estudio.
¿Cómo conseguir que la gente ahorre más? ¿Qué hacer para que no todo el dinero vaya a la compra de vivienda? Desde la CNMV apuntan a algunas medidas clásicas, como mejorar la educación financiera o contar con tratamientos fiscales favorables, pero también insisten en la importancia de mejorar los ingresos de las familias con menos recursos.
«La mejor medida para que aumente el ahorro es con políticas de fomento de las rentas, como las negociaciones colectivas al alza y una mejora del salario mínimo interprofesional [SMI]», apuntan fuentes de la CNMV.
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